Nuestra Señora del Refugio, Patrona de nuestra Diócesis

Esta advocación de la Santísima Virgen ha infundido un gran fervor en el pueblo cristiano ocasionando la conversión de muchos pecadores. Es la razón de llamarla “Refugio de los pecadores”. En ella expresa la Virgen María su protección maternal. Se asegura que el modelo de representación de Nuestra Señora del Refugio se tomó por el Beato Antonio Baldenucci, S. I. de la Virgen de la Encina venerada en Italia. Se trata de un bajo relieve encontrado en un pajar y colocado en el hueco de un árbol de un bosque cercano al monte Pulciano.
El padre Baldenucci buscaba una imagen mariana “que fuera su compañera, guía y maestra en las misiones” que consiguiera reformar las costumbres, suscitara la devoción y atrajera los favores de María sobre sus devotos. La Virgen del Refugio se representa sentada y con el Niño de pie sobre su regazo es una Virgen llena de ternura que inclina su rostro hacia su hijo.
Las sienes de María al igual que las de su Hijo se coronan con una diadema real engastada en pedrería. Sus vestimentas consisten en una túnica rosada y un manto azul además del paño de color avellana que le rodea el cuello y le cruza el pecho. El Niño Jesús por su parte, viste un ligero “paño de pudor” o una túnica larga de tela translúcida y vaporosa. Entrelaza sus manos con las de María que lo sostiene y así puede posar sus pies sobre ella o encima de un banco de nubes
Algunos ramilletes o guías florales trazan un arco festivo y ocupan la parte superior de las imágenes. Tanto en vida del Padre Baldenucci como después de su muerte, la del Refugio fue una imagen de misión en tierra de relajados o gentiles y de vocación peregrina, esas propiedades las conservó en el mundo americano sobre todo en algunas regiones como Zacatecas, el Bajío y Puebla donde es de notar que más de setenta nichos esquineros fueron eregidos durante las últimas décadas del siglo XVIII. Su devoción llegó hasta la Alta California y por el sur hasta Guatemala.
En 1719 llegó a la Nueva España la primera estampa traída por el jesuita Juan José Giuca, quien había presenciado la coronación pontificia en Frascati. Un poco más tarde, procedente de Italia, arribó la primera imagen pintada. La imagen fue coronada por manos del Cardenal Albani merced a una concesión del Papa Clemente XI, el 4 de julio de 1717 y se conserva actualmente en Frascati.
En el mismo siglo XVIII (1719) se trajeron a México varias copias de esa imagen que influyeron en las labores apostólicas de los misioneros para la conversión de innumerables pecadores, al parecer en la misma fecha de la coronación se fijó su advocación que coincide con una de las advocaciones de la Letanía Lauretana: Refugium Peccatorum.
En el año de 1793 la comunidad de la hoy H. Matamoros, Tamaulipas, pudo recibir con gran alegría a dos franciscanos de Zacatecas, los hermanos Manuel Julio de Silva y Francisco Puelles, quienes yendo o viniendo de Texas empezaron a hacer escalas en el paraje para ofrecerles a sus habitantes, auxilios espirituales. Erigieron entonces lo que fue la primera capilla, en las hoy calles Matamoros entre la calle quinta y sexta.
Que además dejaran allí una imagen de Nuestra Señora del Refugio despertó tal devoción entre los colonos que los llevó a reconstituir su ranchería como misión y congregación. La llamaron de Nuestra Señora del Refugio de los Esteros, en honor a quien reconocieron su patrona y sigue siendo patrona de la hoy Diócesis. (Cfr. Zárate, A., Matamoros: textos y pretextos de identidad, Coatlicue, H.Matamoros 2005, p. 32).
La advocación de Nuestra Señora del Refugio es celebrada por la Iglesia el día 4 de julio. La imagen que conserva la Catedral, está entronizada en el retablo mayor de la Catedral, en la ciudad de Matamoros. Una pieza única, que nos recuerda el gran amor de María, la Madre de Dios, por nuestras tierras e intercesora ante situaciones difíciles.
Un poco de historia sobre la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

¿Cómo nació esta Jornada?
La Jornada Mundial de la Comunicación Social se viene celebrando en la Iglesia desde 1967 y fue instituida por expresa voluntad del Concilio Vaticano II (Inter Mirifica). Se celebra en numerosos países, por recomendación de los obispos del mundo, el domingo anterior a la fiesta de Pentecostés, que en 2017 será el 28 de mayo.
Objetivos
Tres fueron los objetivos, fijados por el Concilio Vaticano II para esta Jornada y un cuarto por la Instrucción Pastoral Comunión y Progreso:
- La Formación de las conciencias frente a las responsabilidades que incumben a cada individuo, grupo o sociedad, como usuarios de estos medios.
- La invitación dirigida a los creyentes, a rezar para que dichos medios sean empleados conforme al diseño de Dios sobre la humanidad.
- El estímulo dado a los católicos para sostener, con su generosidad, en un gesto de solidaridad de toda la comunidad eclesial, los gastos que exige el empleo de los medios de comunicación social en la Evangelización y en el progreso de los pueblos.
- Poner de relieve el papel de quienes trabajan en este sector. (Comunión y Progreso n.167).
Temática de las Jornadas
Los Papas se han valido de estas Jornadas para manifestar su pensamiento al respecto, mediante Mensajes que han enviado para cada una de ellas. Los temas tratados hasta el momento han sido los siguientes:
PAPA PABLO VI
1967: La transformación socio-política del mundo y los medios de comunicación social.
1968: Los medios de comunicación para el desarrollo de los pueblos.
1969: La incidencia en la familia de los medios de comunicación social.
1970: Las expectativas de los jóvenes y los medios de comunicación social en el año mundial de la educación.
1971: Los medios de comunicación social, camino privilegiado de la comunión entre los hombres.
1972: Los medios de comunicación social al servicio de la verdad.
1973: Los medios de comunicación social para la afirmación y promoción de los valores espirituales.
1974: La evangelización del mundo contemporáneo y los medios de comunicación social.
1975: Los medios de comunicación social y la reconciliación de los hombres
1976: Los medios de comunicación social ante los derechos y deberes fundamentales del hombre.
1977: La publicidad en la comunicación social y la reconciliación de los hombres.
1978: El hombre como receptor de las comunicaciones sociales: esperanzas, derechos, deberes.
1979: Las comunicaciones sociales por la tutela y promoción de la infancia en la familia y en la sociedad.
1980: Función de las comunicaciones sociales y deberes de la familia.
1981: Las comunicaciones sociales al servicio de la libertad responsable del hombre.
PAPA JUAN PABLO II
1982: Las comunicaciones sociales y los problemas de la tercera edad.
1983: Los comunicadores sociales servidores de la paz.
1984: Las comunicaciones sociales para una formación cristiana de la juventud.
1985: Las comunicaciones sociales para una promoción cristiana de la juventud.
1986: La formación de la opinión pública en sentido crítico.
1987: Las comunicaciones sociales al servicio de la justicia y de la paz.
1988: Promoción de la solidaridad y de la fraternidad entre los hombres y los pueblos.
1989: La religión en los “Mass-Media”.
1990: El anuncio del evangelio en la actual cultura informática.
1991: Los medios de comunicación por la unidad y el progreso de la familia humana.
1992: La proclamación del Mensaje de Cristo en los medios de comunicación.
1993: Casetes y videocasetes en la formación de la cultura y de la ciencia.
1994: Televisión y familia: criterios para saber mirar.
1995: Cine, transmisor de cultura y de valores.
1996: Los medios de comunicación social: un ámbito moderno para la promoción de la mujer en la sociedad.
1997: Anunciemos a Jesucristo Camino, Verdad y Vida.
1998: Animados por el Espíritu, comuniquemos la esperanza.
1999: Los medios de comunicación: presencia amiga para quien busca al Padre.
2000: Anunciar a Cristo en los Medios de Comunicación Social al alba del Tercer Milenio.
2001: Proclamar desde los terrados: el Evangelio en la Era de la Comunicación Global.
2002: Internet: un nuevo foro para la proclamación del Evangelio.
2003: Los medios de comunicación social al servicio de la auténtica paz a la luz de la “Pacem in terris”.
2004: Los medios en la familia: un riesgo y una riqueza.
2005: Los medios de comunicación al servicio del entendimiento entre los pueblos.
PAPA BENEDICTO XVI
2006: Los medios: red de comunicación, comunión y cooperación.
2007: Los niños y los medios de comunicación social: un reto para la educación.
2008: Los medios: en la encrucijada entre protagonismo y servicio. Buscar la Verdad para compartirla.
2009: Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo y amistad.
2010: El Sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra
2011: Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital.
2012: Silencio y Palabra: camino de evangelización
2013: Redes Sociales: portales de verdad y de fe; nuevos espacios para la evangelización
PAPA FRANCISCO
2014: La comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro
2015: Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor
2016: Comunicación y Misericordia: un encuentro fecundo
2017: Comunicar esperanza y confianza en nuestros tiempos
ESTUDIO SOBRE LAS CASAS DE MIGRANTES CATOLICAS

El Observatorio Nacional de la Conferencia del Episcopado Mexicano nos presenta el siguiente ESTUDIO SOBRE LAS CASAS DE MIGRANTES CATOLICAS
En virtud de la urgente necesidad de ocuparse de la población migrante que llega a México, la SEGECEM se dio a la tarea de procurar un acercamiento con las casas que atienden a migrantes en tránsito, a lo largo del país; esto con el objetivo de identificar su forma de trabajo para tener un panorama explícito que permita establecer un diagnóstico de su realidad. No obstante, el primer inconveniente presentado fue la falta de un directorio completo que permitiera conocer: ¿cuántas son?, ¿dónde están ubicadas?, ¿cómo se sostienen?, ¿a cuántas personas brindan atención?, ¿qué tipo de servicios ofrecen? y ¿cuáles son sus necesidades?
Derivado de esta falta de información, surge una investigación para compilar diligentemente a las casas de migrantes que explícitamente son dirigidas o administradas por la Iglesia Católica en México.
Antecedentes
El fenómeno migratorio en el mundo, es histórico y está claro que el posicionamiento geopolítico de México lo convierte en un país atrayente de población migrante. Es por ello que muchos migrantes indocumentados penetran en México hasta atravesar el país entero, para llegar a Estados Unidos.
Sabemos cómo la Iglesia a lo largo del tiempo, viene dando acogida a estos hermanos migrantes que buscan mayores oportunidades.
Hasta el momento se ha logrado contabilizar a lo largo del país, a 75 organizaciones dirigidas por personas de la Iglesia, entre albergues, comedores, centros de apoyo, parroquias, módulos de atención, dispensarios médicos, entre otros. Estas casas están dividas en 3 regiones: la frontera norte, sur y el centro.
En la frontera norte, desde finales del siglo XX y con visión profética los institutos religiosos, misioneros, fieles católicos y los sacerdotes diocesanos, lograron vislumbrar una problemática que requería de una cantidad incontable de ayuda humanitaria en favor de todas las personas que buscaban llegar a Estados Unidos de Norteamérica, o que estaban siendo deportados.
Las casas de migrantes católicas de la frontera norte, surgieron por una preocupación de apoyar en sus grandes necesidades a tantas personas que se encontraban desamparadas. Inicialmente las iglesias utilizaron sus salones parroquiales, o las casas de retiro de religiosas que se encontraban en la periferia de las ciudades fronterizas. Pero al incrementar el número de personas en situación de vulnerabilidad surgió la necsidad de conseguir espacios propios para esta actividad. Fue entonces que muchos presbíteros, religiosas y misioneros, sintieron el llamado a sumarse a la vocación de brindar atención a los hermanos migrantes.
En lo que respecta a la actividad de las casas en la franja norte, contabilizamos 38. Particularmente destaca la labor de los Misioneros Escalabrinianos quienes desde 1985 abrieron sus puertas en Tijuana para dar acogida y hospitalidad a todo tipo de migrante, deportado o refugiado.
En la frontera sur las acciones de la Iglesia para la construcción de casas migrantes, tardaron en aparecer si se compara con las casas de la zona norte. Este hecho fue provocado por la ya de por sí marcada situación de pobreza y discriminación que históricamente se vive en la zona sur del país. La atención que primordialmente se daba a los indígenas, de algún modo acotó acciones más organizadas para ofrecer ayuda humanitaria a migrantes. No obstante, la escuela perfecta para la consolidación de las casas para migrantes, está fundamentada en el trabajo histórico de la Iglesia con los indígenas en el sur.
Existen 25 casas en la zona sur y algunas con más de 17 años de apostolado. Desde sus inicios sobresale la participación de los fieles católicos, y el trabajo de acogida de muchas parroquias que han sabido abrir sus puertas -con todo y sus limitados recursos-, para albergar y alimentar a los migrantes.
La Iglesia en la zona centro del país, con toda la experiencia para atender múltiples realidades pastorales abrió 12 casas de migrantes como una respuesta para acompañar a esta población vulnerable, encontrando una casa con 30 años de historia (Casa de la Caridad Cristiana Hogar del Migrante).
Casas migrantes católicas
Para la Iglesia se entiende como casa migrante: todo aquel lugar -no importando las características físicas-, que abre sus puertas para dar acogida, y que sirve para procurar protección humanitaria, moral, jurídica y espiritual. En ella el migrante encuentra un refugio porque recibe un trato digno y humano. Es el amparo para menores de edad, para mujeres y hombres, y también es un espacio de acompañamiento hasta su regreso a casa.
Las casas migrantes católicas son pioneras en brindar generosidad y amor, por la gran sensibilidad hacia los fieles y a la sociedad en general. Algunas de ellas dedican parte de su tiempo a la investigación del fenómeno y varios de sus actores participan en espacios internacionales para concientizar y alertar sobre este problema.
Estas casas de migrantes católicas pueden ser catalogadas en 7 segmentos:
Módulos de atención al migrante deportado. Su principal función es la de dar acogida desde que descienden del autobús que los trae de regreso a México. Además de brindar ayuda para: trámites legales, alimento y ropa. Son 13 las casas registradas que se dedican a esta actividad.
Albergues para mujeres y niños mayores de trece años. En estas casas socorren a las familias para que se reencuentren con sus hijos. Trabajan en colaboración con organismos como el DIF y la Federación de Asociaciones Cristianas de Jóvenes de la República Mexicana. En este sentido, faltan esfuerzos pastorales para compensar la demanda existente, ya que solamente son cinco las casas.
Comedores. Estos suman 75, porque todas las casas entregan la ayuda alimentaria a los migrantes. El impacto que tienen frente a los migrantes es enorme, llegando a atender en un día a más de 800 personas.
Dispensarios Médicos. Aquí dan atención médica inmediata y oportuna a los migrantes con alguna lesión o enfermedad, así como la ayuda con medicamentos. Encontramos que en este tipo de casa existe la necesidad de incrementar los esfuerzos para atender a más personas en situación de vulnerabilidad. Al igual que los comedores, las 75 casas dan los servicios médicos a los migrantes, esto sin contar los dispensarios que operan a través de las diversas parroquias.
Albergues para hombres y mujeres mayores de dieciocho años. Son 48 las casas para migrantes adultos y representan el porcentaje más grande de casas; pero de esas 48, 12 permiten la estancia de mujeres. Les brindan hospedaje desde 24 horas y hasta una semana, según sea el caso. Por consideraciones que apelan al tiempo en que una persona es considerada migrante o no, el mayor periodo que pueden permanecer en un albergue bajo el estatus de migrantes son cuatro meses.
Brigadistas. Aunque muchas veces no cuentan con un espacio físico permanente para su labor en favor del migrante, se acercan a las vías del tren para dar ayuda humanitaria y alimento a estas personas. Encontramos que en particular las casas del centro y sur, llevan la ayuda bajo esta forma. Son siete las casas que salen a repartir ayuda a las vías del tren o a otros espacios comunes.
También existen los centros de investigación del fenómeno migratorio. Son una sección dentro de las casas que se encarga de documentar de forma fotográfica, historias y testimonios de migrantes y de formalizar estadísticas que ellos mismos generan de sus casas. Contabilizamos 4 casas que documentan el flujo migratorio, principalmente las que son dirigidas por organizaciones religiosas.
Las casas llevan un libro para tener un registro de los datos del migrante y en todas, luego de su llegada, los migrantes son sometidos a una entrevista con la cual se puede determinar el tipo de ayuda que requieren, lo cual sirve de ayuda para el caso de búsqueda o rastreo de desaparecidos.
Dadas las circunstancias, muchas casas operan las 24 horas del día, los 365 días del año y atienden desde 15 y hasta 300 migrantes al día. Solamente los comedores, dispensarios médicos y módulos de atención al migrante deportado tienen horarios más acortados. El alcance de las casas de migrantes llega al pie de la Bestia (tren en el cual se transportan por inmigrantes).
De las casas de migrantes queda mucho por averiguar, pero frente a la coyuntura existente sabemos que ellas se están preparando para expandirse o crecer, y de esta forma poder ayudar a más personas y que por fortuna cada vez están encontrando mejores formas de organizarse
Población a la que atienden
Las casas de migrantes no distinguen entre nacionalidades para ofrecer ayuda. Todas las personas son recibidas. Sin embargo, han visto que es mejor separar a los hombres de las mujeres, y niños mayores de 13 años.
En el caso particular de los niños migrantes o deportados, las casas no logran tener la capacidad jurídica, ni instalaciones suficientes, para dar asilo o albergue a niños menores de 13 años. Quedando limitado el apoyo a este sector tan importante y a la vez tan desprotegido, por lo cual hace falta intensificar los esfuerzos para tener la capacidad de responder eficazmente a este gran reto. Hasta el momento, cada vez que el Instituto Nacional de Migración encuentra a un niño, lo refiere al DIF y no así a los mayores de trece años, a quienes este instituto refiere directamente a estas casas.
En lo que respecta a la atención a mujeres, cada vez se piensa más en la construcción de espacios enfocados en resolver su problemática particular, pero cuando analizamos las casas de migrantes católicas, encontramos que existe una clara escasez de ayuda humanitaria dirigida a las mujeres. Por lo pronto, son espacios de organizaciones civiles quienes ofrecen esta ayuda a las mujeres.
Muchos migrantes no viajan solos, hay quienes orillados por las carencias en sus países de origen y ante el inminente riesgo que enfrentan, toman la decisión de llevar consigo a su familia. Actualmente son pocas las casas que tienen la capacidad para recibir a familias. Regularmente los miembros de las familias son separados en casas distintas para salvaguardar a cada uno de ellos. Pero hace falta prestar atención a éstas, porque están en un territorio desconocido en donde enfrentan múltiples violaciones de sus derechos humanos.
El flujo migratorio que se recibe en la frontera norte está cambiando, porque las rutas migratorias también lo están haciendo. Hoy en día, las casas albergan población migrante principalmente de Haití, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Cuba. Aunque también se reciben indocumentados de Europa y Asia en una menor proporción. La población de migrantes mexicanos que están varados también ha ido en aumento.
Se conocen dos tipos de “temporadas” de migración, denominadas alta y baja. Durante la temporada alta que comprende los meses de abril a diciembre, diariamente se llegan a atender desde 25 y hasta poco más de 300 personas en cada casa. En la temporada baja que es en los meses de enero a marzo las casas pueden llegar a atender desde 1 hasta 200 personas. Las temporadas migratorias, dictan de forma simbólica el flujo migrante.
¿Quiénes son los actores que dirigen estas casas?
Las casas de migrantes católicas, tienen actores puntuales sin los cuales sería muy difícil el apoyo solidario que se ofrece en ellas. Las casas operan con voluntariado permanente, fieles bienhechores y algunos empresarios que frecuentemente aportan en especie y en dinero.
Gran parte de las personas que solventan las labores y las acciones en estos lugares son laicos comprometidos. Amas de casa que donan su tiempo para cocinarle a cientos de indocumentados. Estudiantes universitarios en México y Estados Unidos desempeñan un trabajo de apoyo sin precedentes. Profesionistas: abogados, médicos, psicólogos, trabajadores sociales, entre otros, que destinan su tiempo y esfuerzos de forma gratuita, o cobrando menores honorarios.
Las religiosas y los religiosos, con su inmensa caridad conducen varios de estos centros con la sensibilidad que los caracteriza. Entre ellos se encuentran: los Misioneros Escalabrinianos, Jesuitas, Salesianos, Dominicos, Padres Escolapios, las hermanas de la Caridad, Misioneras de la Eucaristía, Comunidad María Siempre Virgen, etc.
Sin contar la mano de cientos de sacerdotes, quienesjunto con su trabajo parroquial, dirigen estos espacios de acogida.
Las Diócesis y Arquidiócesis a cargo de sus respectivos Obispos, coordinan mucha de esta atención pastoral y su injerencia es importantísima para motivar y sensibilizar a la comunidad a dar atención a éstos.
Enfática es también, la labor de la pastoral social a través de Cáritas, quienes han sabido responder al llamado de salir al encuentro del hermano, instalando casas a lo largo del país con distintos enfoques de apoyo y solidaridad.
Y existen muchos actores que pasan desapercibidos en nuestro análisis, son estos actores anónimos los que ayudan a la concreción de muchos proyectos particulares en las casas, y ante problemas muy específicos. Qué decir de muchas organizaciones hermanas, en la frontera de Estados Unidos y en la Frontera de Guatemala, puerta de Centroamérica, que participan directa e indirectamente en apoyo a los migrantes y desprotegidos. Y que además, están en la búsqueda de una nueva política migratoria, o de mejorar las estructuras de estos países.
Como sabemos buena parte de la sociedad reacciona positivamente cuando se trata de llevar a cabo acciones concretas, es por ello que diversas organizaciones civiles nacionales e internacionales a favor de los migrantes, se han sumado en esta labor, tomando como referente las formas en que trabaja la Iglesia Católica.
Dimensión Episcopal de Pastoral de la Movilidad Humana (DEPMH)
La Pastoral de Movilidad Humana tiene un enfoque de atención hacia todas las personas que se encuentran en movimiento, en su trabajo pastoral efectúan visitas a las diferentes Provincias Eclesiásticas, para compartir experiencias de trabajo y canalizar los enlaces oportunos con las dependencias federales en los estados y con las autoridades estatales, organismos y dependencias del gobierno mexicano como: Instituto Nacional de Migración (INM), Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Unidad de Política Migratoria de SEGOB, Consejo Ciudadano del Instituto Nacional de Migración, Subsecretaria de Derechos Humanos, Instituto Federal de Defensoría Pública, Procuraduría Social de Atención a las Víctimas de los Delitos, Unidad de Asuntos Internos de la Policía Federal, Dirección General de Protección a Mexicanos en el Extranjero de la Secretaria de Relaciones Exteriores, Dirección General de Protección a la Infancia, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), Organización Internacional para Migrantes (OIM).
De la misma manera, dentro de los contactos en EUA se encuentran: el Embajador C. Anthony Wayne y el Gobernador de California Jerry Brown.
Los frutos obtenidos de las relaciones que se sostienen con las autoridades del gobierno a nivel federal son:
La representación real y efectiva de la Iglesia para la atención y defensa de los migrantes, por la participación activa en foros institucionales para la implementación de políticas públicas en beneficio del migrante.
Coordinación permanente con las autoridades migratorias y de seguridad nacional para el combate al tráfico de personas, secuestro, la trata y se evite el tráfico de personas.
Observa que las autoridades cumplan con el debido proceso en donde se encuentren involucrados migrantes y en el caso de que esta no se dé, denunciar e interponer los recursos legales necesarios ante la Superior Autoridad competente.
Participación en el Consejo Ciudadano del Instituto Nacional de Migración
Lleva a cabo reuniones de trabajo entre la CEM y Autoridades del Gobierno Federal (SER, SEGOB, INAMI, UPM) para trabajar los protocolos.
Colaboración como miembros activos del programa de reinserción Somos Mexicanos, del INM en coordinación con los gobiernos Estatales y Municipales.[1]
Y se acentúa el nuevo modelo de casa migrante que en la Diócesis de Zacatecas pretenden implementar, basado en la reinserción de los deportados migrantes, a través de un espacio que les deje compartir sus conocimientos adquiridos en Estados Unidos a modo de clases o talleres. Además tienen agendado para el 1, 2 y 3 de septiembre de 2017, en Piedras Negras, Coahuila, un Encuentro Binacional donde se congregará la franja fronteriza: desde Tijuana hasta Matamoros [2] y desde Texas hasta California.
¿Cómo se sostienen?
Por su nexo geográfico con uno de los países más poderosos del mundo, México se ha convertido en un país que recibe grandes flujos de migrantes, principalmente de países en vías de desarrollo. Esta es una realidad innegable en la que la Iglesia y su comunidad de fieles deben responder con acciones concretas.
En lo que respecta a la organización particular de todo el país, mucho tienen que aprender entre sí las casas de migrantes de una zona u otra. Algunas constituidas como asociación civil han logrado conseguir a su modo ciertos recursos propios para ejercer esta tarea titánica.
Otras han avanzado en el aspecto de la recaudación y cuentan con plan y estrategia que les permite atender a más personas, o estar en la fase de ampliación de sus instalaciones. Particularmente la zona norte del país, tiene bien marcadas y conocidas sus redes y trabajan con ellas de forma articulada.
Todas las casas señalaron que colaboran con alguna red local o nacional para el apoyo al migrante. Las organizaciones con quienes lo hacen pueden formar parte de las casas migrantes o no. Las redes les sirven para no dejar a ningún migrante, sin alimento, techo y ropa. Sus vínculos pueden llegar a ser internacionales. Ciertas casas del norte por ejemplo, forman parte de una organización binacional pro-migrantes.
En esta misma región tienen mayor contacto con los medios tecnológicos, lo cual les permite hacer difusión de su pastoral en los medios de comunicación masivos, y las redes sociales.
Para las casas del sur, su gran fortaleza son los fieles católicos oriundos del lugar en donde están insertas. Solo unas cuantas reciben dinero por medio de organizaciones como patronatos y apoyo del gobierno. Les hace falta infraestructura para expandir la atención a las personas desprotegidas que los buscan.
En el centro del país las casas están más preparadas para proveer atención. Eso se debe a que en gran medida, les es más accesible conseguir donativos en especie o en voluntariado a causa de su ubicación geográfica. Ubicarse en el centro del México, les dota de una mayor cantidad de elementos para distribuir sus recursos.
Las casas más grandes han llegado a desarrollar programas en beneficio del migrante como: bancos de alimentos y organizaciones en favor de los derechos humanos. Sin embargo, sus carencias son grandes y los actores que las dirigen se sienten agradecidas por la preocupación de la Iglesia.
Es evidente que la Iglesia tiene la experiencia, misma que le permite trabajar con muchas instancias que se apoyan a través de voluntariado y en ciertos casos del gobierno.
Situación actual
Luego de que en Haití el huracán Matthew destrozara la poca infraestructura que habían logrado levantar tras el terremoto, comenzaron a llegar a México cientos de indocumentados que se habían reinstalado en Brasil y Ecuador principalmente, con la intención de dirigirse a Estados Unidos, para pedir una ayuda humanitaria, que les permitiera su estancia en Norteamérica hasta por tres años. Esta iniciativa puesta por el gobierno del entonces presidente Barack Obama, quedó suspendida y muchos migrantes se quedaron varados principalmente en la frontera norte de México.
Esta población migrante está utilizando gran parte de los recursos y acciones, limitando con ello los espacios disponibles para migrantes de otros países. Y actualmente tienen una enorme preocupación respecto a las ya activas y constantes deportaciones masivas, pero están seguros de que harán lo humanamente posible. No obstante, apelan a que la comunidad católica se sume a colaborar con ellos para extender el servicio a más hermanos migrantes. Éstas están haciendo esfuerzos notables para solventar los gastos de operación y logística que implica el dar alojamiento a tantas personas diariamente.
En las casas hacen falta voluntarios activos y profesionistas; así como una lista enorme de donaciones en alimentos, ropa y zapatos, artículos de limpieza personal y de aseo (pañales para bebés) ropa de cama, colchonetas y cobijas, computadoras, teléfonos con crédito para llamadas y medicinas.
Cooperación internacional e interreligiosa
Si tomamos como referencia la forma en que trabajan las casas migrantes, encontramos formas de acción que podemos replicar para mejorar el trato a los migrantes.
Ya se ha mencionado de los esfuerzos y colaboración existentes entre las diócesis de México y algunas de Estados Unidos. Como el reciente Encuentro en Bronwsville en febrero de 2017, donde se retomó el gran documento binacional en el 2003, que lleva por nombre “Juntos en el Camino de la Esperanza ya no Somos Extranjeros”[3].
En lo que compete a la comunicación y diálogo con las diócesis en Centroamérica, el Encuentro Frontera Sur de México y Triángulo Norte de Centroamérica efectuado en febrero de 2017 en San Salvador y coordinado por la Dimensión Episcopal de Pastoral de la Movilidad Humana (DEPMH), fue un punto de inicio, pero no es la única solución para encontrar cause a los cientos de problemas que se presentarán en México por la migración. De hecho la regulación del cruce de migrantes que provienen de países de Centroamérica en la frontera del Sur es más difícil, porque la infraestructura que México tiene para ello es ineficiente. Incluso el paso de Guatemala a México es a través de un puente para los que llegan con papeles, y en balsas cruzando el río, para los migrantes indocumentados.
Hay pronunciamientos por parte del CELAM[4] en contra de una creciente xenofobia, aspecto innegable para comprender el desamparo de tanto migrante. Pero hacen falta esfuerzos latinoamericanos, para juntos construir nuevas plataformas que den respuesta inmediata a las necesidades actuales.
Al mismo tiempo las casas de migrantes están dando testimonio de inclusión y de solidaridad fraterna al aceptar colaboración y ayuda de parte de organizaciones cristianas, presbiterianas y evangélicas, con lo cual, también se suscita el diálogo ecuménico.
La Iglesia, debe tomar muy en cuenta que al vivir en un mundo globalizado, las relaciones y los vínculos también deben globalizarse, y hacer uso de las actuales tecnologías de la información para traspasar fronteras, y si es necesario conseguir esa ayuda humanitaria de otros países que se encuentren sensibles ante esta situación.
Espacios de diálogo
Los espacios para el diálogo siempre han sido fructíferos para la tarea misionera de la Iglesia, y en el caso de los migrantes, es necesario promover encuentros en donde converjan los distintos actores de las casas que ofrecen estos servicios.
En las casas expresaron, en reiteradas ocasiones, la necesidad de tener un encuentro anual en donde puedan sumar esfuerzos. Por su parte, no ven mucho beneficio en las reuniones provinciales, sino más bien reuniones por franjas porque consideran que sólo en estas franjas se comparten las mismas experiencias.
Los espacios de diálogo, deben enlazar a instituciones de gobierno, como el Instituto Nacional de Migración, policías locales y los diferentes consulados. Ya que solamente algunas casas tienen el contacto directo con los cónsules, y es imprescindible que todos puedan tener acceso a ese directorio.
Conclusiones y propuestas
Con la amenaza en activo de deportaciones de migrantes, es imperativo que la Iglesia sepa atender con amor, pero sobre todo con eficacia a esta población tan vulnerable.
Y derivado del acercamiento con las casas migrantes surgieron las siguientes propuestas:
- Crear puentes entre parroquias de Estados Unidos de Norteamérica y México, en favor de los migrantes.
- Generar espacios de reflexión para promover el intercambio de ideas y estrategias al interior de la diócesis y de cada parroquia en favor de los migrantes.
- Sensibilizar a la comunidad de fieles católicos, a través de una campaña que ponga en el centro al migrante, y a cualquier persona que se encuentre en situación de vulnerabilidad.
- Efectuar una serie de congresos periódicos para dar a conocer las tendencias a nivel nacional e internacional en derechos humanos para migrantes.
- Promover la creación de un centro coordinador que tenga la capacidad de orientar los esfuerzos en común hacia las casas de migrantes.
- Buscar la participación de la CEM en el Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo.
- Buscar la creación de un consejo nacional entre iglesias, para generar una comunidad ecuménica que busque el bienestar de los migrantes.
- Generar un directorio nacional para conocimiento de la sociedad a fin de buscar donativos de diversa especie y voluntariado.
- Convocar a una reunión urgente por zona o a nivel nacional con los responsables de las casas de migrantes de todo el país.
- Levantar la voz como Iglesia Católica ante foros internacionales, en defensa de la dignidad del migrante y refugiado.
Resposable: Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola
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[1] Entrevista a Pbro. Arturo Montelongo. Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana. 2017.
[2] Blancas Madrigal, Daniel. Brazo del Vaticano forma grupo promigrante con 18 diócesis fronterizas. Crónica.15 de marzo de 2017, p. 4.
[3] Carta Pastoral de los Obispos Católicos de los Estados Unidos y México sobre Migración. 2003. http://www.usccb.org/issues-and-action/human-life-and-dignity/immigration/juntos-en-el-camino-de-la-esperanjuntos-en-el-camino.cfm
[4] Noticelam. La atención a los migrantes ante las nuevas políticas xenofóbicas. Editorial No. 139, marzo de 2017. http://www.celam.org/noticelam/detalle.php?id=MjEwNw==
¿En qué consiste la reforma del Papa Francisco?

Se cumplen cuatro años del Pontificado de Francisco. Elegido para reformar la Iglesia, es considerado hereje por unos, y para otros es un conservador disfrazado de populismo. ¿Cuál es el verdadero cambio que Francisco ha traído?
1.Las expectativas de reforma durante Cónclave. Una vez que Benedicto XVI renunció al Pontificado romano, los cardenales electores tuvieron un foro oficial (llamado “congregationes”, o sea, ‘reuniones’) para exponer su visión de cómo tendría que ser el siguiente Papa.
En sus discursos, los cardenales electores coincidieron en que el nuevo Pontífice debería llevar a cabo un profundo cambio en la estructura de la Curia romana y en la vida de la Iglesia. Durante su turno, el Card. Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, expuso que el siguiente Papa debería hacer que la Iglesia saliera hacia las “periferias” de la existencia humana.
2.Una reforma muy poco comprendida. El nuevo Papa nos ha llevado de sorpresa en sorpresa, empezando por el nombre que eligió, pues nunca antes algún obispo de Roma había tomado el nombre de “Francisco”,
A partir de ahí, los diversos comentaristas, periodistas y hombres la Curia, fueron interpretando los gestos y las palabras del Papa, utilizando sus propios esquemas pero no los paradigmas propios del nuevo Pontífice.
Así, para lo que deseaban ver “novedades” en el plano teológico (o sea, abolición del celibato sacerdotal, ordenación de mujeres, comunión a los divorciados vueltos a casar, etc.), interpretaron el estilo nuevo de Francisco, lleno de neologismos, como una señal de una supuesta reforma doctrinal, que rompería con la anterior.
De igual manera, los que identifican la “ortodoxia doctrinal” con fijación terminológica en las “formulaciones pastorales”, en cada gesto del Papa quisieron ver una herejía. Por eso, ni unos ni otros han sabido entender la verdadera reforma de Francisco.
3.Las periferias, núcleo de la verdadera reforma. El historiador inglés, Austen Ivereigh, autor de la primera gran biografía de Francisco, titulada “El Gran Reformador: Francisco, retrato de un Papa radical” (2014), nos da las claves para la auténtica reforma del Papa.
Ivereigh, estudió los escritos de la etapa de Jorge Mario Bergoglio como provincial jesuita y como arzobispo de Buenos Aires, y descubrió que ahí se contenía un programa ambicioso de renovación y de transformación, que ahora están en la base del pontificado de Francisco.
En otro momento, este historiador explicaba que “la verdadera reforma respeta y no cuestiona las doctrinas y tradiciones de la Iglesia, pero busca cambiar el enfoque a una postura más concentrada en las necesidades concretas del pueblo sencillo”.
Siguiendo al teólogo Yves Congar, Ivereigh explica que “toda reforma auténtica tiene su origen en la periferia, y ocurre cuando el centro se abre a esa periferia”. Como en los tiempos de Jesús, que fue acogido primero por los pastores y pescadores de las zonas marginales. (Entrevista de L. J. Moxó).
La verdadera reforma del Papa argentino consiste en llevar la fe sencilla del Pueblo de Dios a las grandes estructura pastorales de la Iglesia. Se trata de una revolución pastoral (el Papa es un nuevo Francisco de Asís), pero no de una revuelta teológica (Francisco no es otro Lutero).
Por eso, Francisco evangeliza las periferias de la existencia (los indígenas, los migrantes, los desempleados, los divorciados, etc.), para desde ahí llevar el mensaje cristiano de misericordia al resto de la Iglesia.
Luis-Fernando Valdés
Manuelito, un regalo de Dios en la Catequesis Especial Vicentina

“Ahora los llamo amigos” (Jn. 15, 15b)
Esta cita bíblica quizá algo corta, pero con una gran enseñanza cuando de inclusión se trata, esto quedó de manifiesto recientemente cuando amigos y familiares del pequeño Héctor Manuel, acudieron a la Parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos en la Colonia Cumbres de Cd. Reynosa, para dar gracias a Dios por la vida de Manuelito, como cariñosamente lo llaman.
Manuelito es integrante de la Catequesis Especial Vicentina, que está presente en algunas Parroquias de nuestra Diócesis de Matamoros y que tiene como objetivo compartir y dar a conocer el amor de Dios a los amigos especiales (Síndrome De Down, entre otros) integrándoles plenamente al dinamismo de la Iglesia.
Manuel en su acción de gracias en la Iglesia
En el libro del Levítico 19,14 nos dice, “No maldecirás al sordo, ni pondrás tropiezo delante del ciego, sino que tendrás temor de tu Dios, yo soy el Señor“. La señora Yolanda Vicencio Diego, mamá de Manuelito, es quien comparte la historia de cómo es su vida con un padecimiento pocas veces diagnosticado: “Mi hijo tiene el Síndrome de Rubinstein Taybi, no es muy conocido ni muy común tampoco, me decían que no iba a poder caminar, no iba a poder hablar, y que iba a tener una vida como un vegetal. Cumplir 15 años siempre será motivo de celebración mas aún, cuando al nacer, los médicos le daban pocas esperanzas de vida”.
“Me dijeron que iba a tener muy corta vida, que a los 12 o 13 años el podía morir, entonces me dije, si El me lo deja yo le voy hacer una fiesta a mi hijo a los 15 años”
La señora Yolanda cambió la manera de pensar poco después del nacimiento de Manuel, cambio el decir ¿por qué?, por el de ¿para qué?, ante un pronóstico de muerte por parte de la ciencia médica; el refugio más fuerte es la Palabra de Dios, es El, quien nos da vida “…Dios es el que tiene la última Palabra y es Dios quien ha conservado a Manuel hasta ahorita y es El que me ha dado la fuerza para sacar a mi hijo adelante”.
Llegó el día y luego de los años, al festejo de Manuel acudió una de sus maestras, Judith André, acompañada por integrantes del Moto club “Desterrados”, hombres y mujeres de negro, de apariencia ruda, pero de buen corazón, quienes se sumaron al festejo de los 15 años de vida del ahora joven Manuelito. Dios le permitió vivir. Dios obra en nuestras familias.
El día de los “15” de Manuelito
Así como Manuelito, muchos niños participan de la Catequesis Especial Vicentina que tanto ayuda y da esperanza a muchos niños.
Víctor Guerra
En este Link puedes encontrar los lugares donde tiene presencia la catequesis especial Vicentina en nuestra diócesis.
http://www.catequesisespecial.org/pages/evangelizacion.php
10 cosas que conviene saber sobre el Miércoles de Ceniza

El inicio de la Cuaresma con el miércoles de ceniza será el 1 de marzo de 2017, tiempo de preparación para la Pascua. Con este texto queremos recordar algunas cosas esenciales que todo católico debe saber para poder vivir intensamente este tiempo.
1.- ¿Qué es el Miércoles de Ceniza?
Es el primer día de la Cuaresma, es decir, de los 40 días en los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa.
El Miércoles de Ceniza es una celebración contenida en el Misal Romano. En este se explica que al término de la Misa, se bendice e impone la ceniza hecha de los ramos de olivo bendecidos en el Domingo de Ramos del año anterior.
2.- ¿Cómo nace la tradición de imponer las cenizas?
La tradición de imponer la ceniza se remonta a la Iglesia primitiva. Por aquel entonces las personas se colocaban la ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un “hábito penitencial” para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.
La Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos casi 400 años D.C. y a partir del siglo XI (once), la Iglesia de Roma impone las cenizas al inicio de este tiempo.
3.- ¿Por qué se impone la ceniza?
La ceniza es un símbolo. Su función está descrita en un importante documento de la Iglesia, más precisamente en el artículo 125 del Directorio sobre la piedad popular y la liturgia:
“El comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el Rito romano, se caracteriza por el austero símbolo de las Cenizas, que distingue la Liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios. Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal. Se debe ayudar a los fieles, que acuden en gran número a recibir la Ceniza, a que capten el significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la renovación pascual”.
4. ¿Qué simbolizan y qué recuerdan las cenizas?
La palabra ceniza, que proviene del latín “cinis”, representa el producto de la combustión de algo por el fuego. Esta adoptó tempranamente un sentido simbólico de muerte, caducidad, pero también de humildad y penitencia.
La ceniza, como signo de humildad, le recuerda al cristiano su origen y su fin: “Dios formó al hombre con polvo de la tierra” (Gn 2,7); “hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho” (Gn 3,19).
5.- ¿Dónde se puede conseguir la ceniza?
Para la ceremonia se deben quemar los restos de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior. Estas son rociadas con agua bendita y luego aromatizadas con incienso.
6.- ¿Cómo se impone la ceniza?
Este acto tiene lugar en la Misa al término de la homilía y está permitido que los laicos ayuden al sacerdote. Las cenizas son impuestas en la frente, haciendo la señal de la cruz con ellas mientras el ministro dice las palabras Bíblicas: «Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás», o «Conviértete y cree en el Evangelio».
7.- ¿Qué hacer cuando no hay sacerdote?
Cuando no hay sacerdote la impartición de cenizas puede realizarse sin Misa, de forma extraordinaria. Sin embargo, es recomendable que al acto se preceda por una liturgia de la palabra. Es importante recordar que la bendición de las cenizas, como todo sacramental, solo puede realizarla sacerdote o diácono.
8.- ¿A quién se puede imponer la ceniza?
Puede recibir este sacramental cualquier persona. Como especifica el Catecismo (1670 ss.) los sacramentales no confieren la gracia del Espíritu Santo como sí lo hacen los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia estos «preparan a recibirla y disponen a cooperar con ella».
9.- ¿Cuánto tiempo hay que tener la ceniza en la frente?
Cuanto uno desee. No existe un tiempo determinado.
10.- ¿Es obligatorio el ayuno y la abstinencia?
El Miércoles de Ceniza es obligatorio el ayuno y abstinencia, como en el Viernes Santo, para los mayores de 18 años y menores de 60. Fuera de esos límites es opcional. Ese día los fieles pueden tener una comida “fuerte” una sola vez al día.
La abstinencia de comer carne es obligatoria desde los 14 años. Todos los viernes de Cuaresma también son de abstinencia obligatoria. Los demás viernes del año también, aunque según el país puede sustituirse por otro tipo de mortificación u ofrecimiento como el rezo del rosario.
Diego López Marina/ACIPrensa
Reyes Magos regalaron a Jesús oro por ser Rey, incienso por ser Dios y mirra como hombre

El Profesor de Historia del Oriente Próximo de la Universidad CEU San Pablo, Hipólito Sanchiz, ha explicado que los tres regalos con los que obsequiaron los Reyes Magos al Niño Jesús no fueron elegidos por casualidad, pues el oro era un regalo para Jesús como Rey –pues era un regalo destinado a reyes–, el incienso era un presente para Jesús como Dios –pues esta resina se quemaba delante de los dioses– y la mirra, para Jesús como hombre –pues con ella se embalsamaba a los muertos–.
Así, Sanchiz explica que el oro, el incienso y la mirra que los Reyes de Oriente entregaron al niño Jesús en Belén estaban asociados a ciertos conceptos y rituales, más allá de que los tres puedan ser equiparados a lo que hoy se consideran productos “caros” y de “lujo”.
Concretamente, respecto del oro, considera que puede ser interpretado “como regalo regio, destinado a un rey” y recuerda que en Mateo 2,2 se hace referencia a que los Reyes Magos llegaron a Belén en búsqueda del nacimiento del “Rey de los Judíos”, por lo que la faceta regia del acontecimiento estaba presente.
Por su parte, la simbología del incienso es “muy clara” para Sanchiz, pues hace referencia al carácter divino de Cristo, ya que en la religión judía y en las paganas, el incienso se quemaba delante de los dioses, muchas veces como sacrificio, y, de hecho las iglesias católica y ortodoxa lo siguen empleando en su liturgia.
En cualquier caso, admite cierta diversidad de criterio a la hora de determinar qué tipo de incienso se trataba, pues, mientras que en la Vulgata aparece el término ‘thus’, que signfica incienso, en la versión griega de San Mateo se emplea la palabra ‘olívano’, que es un tipo de incienso, “una sustancia gomosa compuesta de diversas resinas que al quemarse da un buen olor”.
Mientras, atendiendo a la mirra –sustancia aromática también gomosa resultado de recoger la resina del árbol de la mirra–, Sanchiz ve dos posibles explicaciones pues la mirra se utilizaba como anestésico –normalmente mezclada con vino– y se puede interpretar como que el Señor venía a quitar el dolor al mundo”. Pero también la mirra se empleaba para embalsamar a los muertos, por lo que podría representar “un anuncio de su pasión y una alegoría de que Jesús como hombre está sujeto a la muerte”.
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(ACI/Europa Press)
La historia vocacional del Padre Paquito

Recuerdo perfectamente que mi padre no respondió nada cuando le dije que me iría al Seminario, sin embargo, mi madre solo se limitó a decirme: “tú sabes lo que haces hijo”, sinceramente no pude contener las lágrimas al dejar a mi familia.
Ingresé al Seminario a los diecisiete años. Los dos años anteriores, después de terminar la secundaria, trabajé en una fábrica local de Cd. Río Bravo, Tamaulipas, en el área de cocina. Pero cuando el ex seminarista José Arturo García me invitó al Seminario me dijo: “no pierdes nada, si no te gusta pues no te quedas y si te gusta pues te quedas”; sabias palabras de aquel seminarista que estudiaba la filosofía, pero yo siempre pensé que preparaba su relevo, puesto que a los meses de que ingresé, el abandonó el Seminario.
Yo seguía entusiasmado en el Seminario, pero después me dolió la partida de mis padres al País vecino (USA), tenían que tratar la enfermedad de mi hermano menor, quien padece del síndrome de Apert; vivir con la constante preocupación de las múltiples cirugías que le tenían que realizar, y yo sin poder verlo, fue algo que con la ayuda de Dios y la fe de mis padres pude sobrellevar. A esto se sumó el hecho de que durante cinco años, no pude ver a mi familia, una y otra situación me impedía ir a verlos. Sin embargo, los veranos me hacían recobrar un poco los ánimos, ya que del año 2000 al 2005 el Seminario me facilitó estudiar música en el Conservatorio de las Rosas en Morelia, Michoacán, un tiempo que viví al lado de mi gran amigo y ya casi presbítero Milton Lima Solís.
Terminé la filosofía en Monterrey en el año de 2005 y regresé con mucho entusiasmo a mi Diócesis de Matamoros, incorporándome a la Pastoral Vocacional y viví uno de los momentos más difíciles de mi vida, una experiencia que marcó profundamente mi alma. En septiembre de dos mil cinco, tuvimos un accidente en la autopista Reynosa-Matamoros a cinco minutos de la caseta de cobro de Nuevo Progreso. Veníamos de Río Bravo: Daniel Romero, Jesús Salinas, Alberto Fiscal, Manuel Montiel y yo, como conductor. La llanta frontal de mi lado explotó y me fue imposible controlar esa camioneta, y volcamos violentamente. Hubiera dado mi vida para asegurar la vida de mis hermanos, pero no me fue posible, porque el panorama que veían mis ojos era doloroso. Mi hermanito Manuelito se fue con papá Dios. Experiencia difícil, proceso duro de ir asimilando que solo en la contemplación de Cristo en la Cruz he podido aceptar.
Concluí ese año la Pastoral Vocacional e inicié el siguiente año la Pastoral Penitenciaria. La primera vez que entraba a un penal. Escuché historias como la de aquel preso que quería apuñalar al padre Luigi cuando fue solo al baño y sin guardias de seguridad. Me dio cierto temor la verdad, pero poco a poco fui viendo la cruda realidad que los presos viven, tristemente, lejos de ser un centro de rehabilitación. La capillita dentro del penal tiene misas los domingos y los sábados; íbamos a dar catecismo mi compañero, el ya padre Hugo Gutiérrez Plaza y un servidor. Aún recuerdo esa cena de navidad que les llevamos, unos chilidogs que yo mismo les cociné. Tengo que decir, que ese día se nos juntaron mucho más hermanos presos que ni en todo el año. Quiero pensar que fue por la clase de catecismo de ese día.
Posteriormente, en mi tercer año de mis estudios de teología inicié otra Pastoral, y me enviaron a la Rectoría de San Judas Tadeo, una de las comunidades más vivas y entusiastas de nuestra Diócesis. Y en este punto de mi estudio en el Seminario, y debido a un descuido en mi itinerario formativo, opté por salir del Seminario con la finalidad de madurar firmemente mi opción por esta vida de entrega generosa en la que es necesaria y no dialogada, una real vivencia de los consejos evangélicos.
Reingresé después de dos años fuera, me ordené Diácono y posteriormente luego de un año, sacerdote. Indigno en todos los sentidos, dichoso por este don. Gracias de todo corazón por sus oraciones.
Pbro. Francisco Javier Fernández Jasso / Vicario de la Catedral de Matamoros
Texto tomado de nuestroseminario.com
Mensaje del Santo Padre para la 50 Jornada Mundial de la Paz / 1 enero 2017

La no violencia: un estilo de política para la paz
1. Al comienzo de este nuevo año formulo mis más sinceros deseos de paz para los pueblos y para las naciones del mundo, para los Jefes de Estado y de Gobierno, así como para los responsables de las comunidades religiosas y de los diversos sectores de la sociedad civil. Deseo la paz a cada hombre, mujer, niño y niña, a la vez que rezo para que la imagen y semejanza de Dios en cada persona nos permita reconocernos unos a otros como dones sagrados dotados de una inmensa dignidad. Especialmente en las situaciones de conflicto, respetemos su “dignidad más profunda”[1] y hagamos de la no violencia activa nuestro estilo de vida.
Este es el Mensaje para la 50 Jornada Mundial de la Paz. En el primero, el beato Papa Pablo VI se dirigió, no solo a los católicos sino a todos los pueblos, con palabras inequívocas: “Ha aparecido finalmente con mucha claridad que la paz es la línea única y verdadera del progreso humano (no las tensiones de nacionalismos ambiciosos, ni las conquistas violentas, ni las represiones portadoras de un falso orden civil)”. Advirtió del “peligro de creer que las controversias internacionales no se pueden resolver por los caminos de la razón, es decir de las negociaciones fundadas en el derecho, la justicia, la equidad, sino solo por los de las fuerzas espantosas y mortíferas”. Por el contrario, citando Pacem in terris de su predecesor san Juan XXIII, exaltaba “el sentido y el amor de la paz fundada sobre la verdad, sobre la justicia, sobre la libertad, sobre el amor”[2]. Impresiona la actualidad de estas palabras, que hoy son igualmente importantes y urgentes como hace cincuenta años.
En esta ocasión deseo reflexionar sobre la no violencia como un estilo de política para la paz, y pido a Dios que se conformen a la no violencia nuestros sentimientos y valores personales más profundos. Que la caridad y la no violencia guíen el modo de tratarnos en las relaciones interpersonales, sociales e internacionales. Cuando las víctimas de la violencia vencen la tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles en los procesos no violentos de construcción de la paz. Que la no violencia se transforme, desde el nivel local y cotidiano hasta el orden mundial, en el estilo característico de nuestras decisiones, de nuestras relaciones, de nuestras acciones y de la política en todas sus formas.
Un mundo fragmentado
2. El siglo pasado fue devastado por dos horribles guerras mundiales, conoció la amenaza de la guerra nuclear y un gran número de nuevos conflictos, pero hoy lamentablemente estamos ante una terrible guerra mundial por partes. No es fácil saber si el mundo actualmente es más o menos violento de lo que fue en el pasado, ni si los modernos medios de comunicación y la movilidad que caracteriza nuestra época nos hace más conscientes de la violencia o más habituados a ella.
En cualquier caso, esta violencia que se comete “por partes”, en modos y niveles diversos, provoca un enorme sufrimiento que conocemos bien: guerras en diferentes países y continentes; terrorismo, criminalidad y ataques armados impredecibles; abusos contra los emigrantes y las víctimas de la trata; devastación del medio ambiente. ¿Con qué fin? La violencia, ¿permite alcanzar objetivos de valor duradero? Todo lo que obtiene, ¿no se reduce a desencadenar represalias y espirales de conflicto letales que benefician solo a algunos “señores de la guerra”?
La violencia no es la solución para nuestro mundo fragmentado. Responder con violencia a la violencia lleva, en el mejor de los casos, a la emigración forzada y a un enorme sufrimiento, ya que las grandes cantidades de recursos que se destinan a fines militares son sustraídas de las necesidades cotidianas de los jóvenes, de las familias en dificultad, de los ancianos, de los enfermos, de la gran mayoría de los habitantes del mundo. En el peor de los casos, lleva a la muerte física y espiritual de muchos, si no es de todos.
La Buena Noticia
3. También Jesús vivió en tiempos de violencia. Él enseñó que el verdadero campo de batalla, en el que se enfrentan la violencia y la paz, es el corazón humano: “Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos” (Mc 7,21). Pero el mensaje de Cristo, ante esta realidad, ofrece una respuesta radicalmente positiva: él predicó incansablemente el amor incondicional de Dios que acoge y perdona, y enseñó a sus discípulos a amar a los enemigos (cf. Mt 5,44) y a poner la otra mejilla (cf. Mt 5,39). Cuando impidió que la adúltera fuera lapidada por sus acusadores (cf. Jn 8,1-11) y cuando, la noche antes de morir, dijo a Pedro que envainara la espada (cf. Mt 26,52), Jesús trazó el camino de la no violencia, que siguió hasta el final, hasta la cruz, mediante la cual construyó la paz y destruyó la enemistad (cf. Ef 2,14-16). Por esto, quien acoge la Buena Noticia de Jesús reconoce su propia violencia y se deja curar por la misericordia de Dios, convirtiéndose a su vez en instrumento de reconciliación, según la exhortación de san Francisco de Asís: “Que la paz que anunciáis de palabra la tengáis, y en mayor medida, en vuestros corazones”[3].
Ser hoy verdaderos discípulos de Jesús significa también aceptar su propuesta de la no violencia. Esta —como ha afirmado mi predecesor Benedicto XVI— “es realista, porque tiene en cuenta que en el mundo hay demasiada violencia, demasiada injusticia y, por tanto, solo se puede superar esta situación contraponiendo un plus de amor, un plus de bondad. Este ‘plus’ viene de Dios”[4]. Y añadía con fuerza: “Para los cristianos la no violencia no es un mero comportamiento táctico, sino más bien un modo de ser de la persona, la actitud de quien está tan convencido del amor de Dios y de su poder, que no tiene miedo de afrontar el mal únicamente con las armas del amor y de la verdad. El amor a los enemigos constituye el núcleo de la ‘revolución cristiana’”[5]. Precisamente, el evangelio del amad a vuestros enemigos (cf. Lc 6,27) es considerado como “la charta magna de la no violencia cristiana”, que no se debe entender como un “rendirse ante el mal (…), sino en responder al mal con el bien (cf. Rm 12,17-21), rompiendo de este modo la cadena de la injusticia”[6].
Más fuerte que la violencia
4. Muchas veces la no violencia se entiende como rendición, desinterés y pasividad, pero en realidad no es así. Cuando la Madre Teresa recibió el premio Nobel de la Paz, en 1979, declaró claramente su mensaje de la no violencia activa: “En nuestras familias no tenemos necesidad de bombas y armas, de destruir para traer la paz, sino de vivir unidos, amándonos unos a otros (…). Y entonces seremos capaces de superar todo el mal que hay en el mundo”[7]. Porque la fuerza de las armas es engañosa. “Mientras los traficantes de armas hacen su trabajo, hay pobres constructores de paz que dan la vida solo por ayudar a una persona, a otra, a otra”; para estos constructores de la paz, Madre Teresa es “un símbolo, un icono de nuestros tiempos”[8]. En el pasado mes de septiembre tuve la gran alegría de proclamarla santa. He elogiado su disponibilidad hacia todos por medio de “la acogida y la defensa de la vida humana, tanto de la no nacida como de la abandonada y descartada (…). Se ha inclinado sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado; ha hecho sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas ante los crímenes —¡ante los crímenes!— de la pobreza creada por ellos mismos”[9]. Como respuesta —y en esto representa a miles, más aún, a millones de personas—, su misión es salir al encuentro de las víctimas con generosidad y dedicación, tocando y vendando los cuerpos heridos, curando las vidas rotas.
La no violencia practicada con decisión y coherencia ha producido resultados impresionantes. No se olvidarán nunca los éxitos obtenidos por Mahatma Gandhi y Khan Abdul Ghaffar Khan en la liberación de la India, y de Martin Luther King Jr. contra la discriminación racial. En especial, las mujeres son frecuentemente líderes de la no violencia, como, por ejemplo, Leymah Gbowee y miles de mujeres liberianas, que han organizado encuentros de oración y protesta no violenta (pray-ins), obteniendo negociaciones de alto nivel para la conclusión de la segunda guerra civil en Liberia.
No podemos olvidar el decenio crucial que se concluyó con la caída de los regímenes comunistas en Europa. Las comunidades cristianas han contribuido con su oración insistente y su acción valiente. Ha tenido una influencia especial el ministerio y el magisterio de san Juan Pablo II. En la encíclica Centesimus annus (1991), mi predecesor, reflexionando sobre los sucesos de 1989, puso en evidencia que un cambio crucial en la vida de los pueblos, de las naciones y de los estados se realiza “a través de una lucha pacífica, que emplea solamente las armas de la verdad y de la justicia”[10]. Este itinerario de transición política hacia la paz ha sido posible, en parte, “por el compromiso no violento de hombres que, resistiéndose siempre a ceder al poder de la fuerza, han sabido encontrar, una y otra vez, formas eficaces para dar testimonio de la verdad”. Y concluía: “Ojalá los hombres aprendan a luchar por la justicia sin violencia, renunciando a la lucha de clases en las controversias internas, así como a la guerra en las internacionales”[11].
La Iglesia se ha comprometido en el desarrollo de estrategias no violentas para la promoción de la paz en muchos países, implicando incluso a los actores más violentos en un mayor esfuerzo para construir una paz justa y duradera.
Este compromiso en favor de las víctimas de la injusticia y de la violencia no es un patrimonio exclusivo de la Iglesia Católica, sino que es propio de muchas tradiciones religiosas, para las que “la compasión y la no violencia son esenciales e indican el camino de la vida”[12]. Lo reafirmo con fuerza: “Ninguna religión es terrorista”[13]. La violencia es una profanación del nombre de Dios[14]. No nos cansemos nunca de repetirlo: “Nunca se puede usar el nombre de Dios para justificar la violencia. Solo la paz es santa. Solo la paz es santa, no la guerra”[15].
La raíz doméstica de una política no violenta
5. Si el origen del que brota la violencia está en el corazón de los hombres, entonces es fundamental recorrer el sendero de la no violencia en primer lugar en el seno de la familia. Es parte de aquella alegría que presenté, en marzo pasado, en la Exhortación apostólica Amoris laetitia, como conclusión de los dos años de reflexión de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia. La familia es el espacio indispensable en el que los cónyuges, padres e hijos, hermanos y hermanas aprenden a comunicarse y a cuidarse unos a otros de modo desinteresado, y donde los desacuerdos o incluso los conflictos deben ser superados no con la fuerza, sino con el diálogo, el respeto, la búsqueda del bien del otro, la misericordia y el perdón[16]. Desde el seno de la familia, la alegría se propaga al mundo y se irradia a toda la sociedad[17]. Por otra parte, una ética de fraternidad y de coexistencia pacífica entre las personas y entre los pueblos no puede basarse sobre la lógica del miedo, de la violencia y de la cerrazón, sino sobre la responsabilidad, el respeto y el diálogo sincero. En este sentido, hago un llamamiento a favor del desarme, como también de la prohibición y abolición de las armas nucleares: la disuasión nuclear y la amenaza cierta de la destrucción recíproca, no pueden servir de base a este tipo de ética[18]. Con la misma urgencia suplico que se detenga la violencia doméstica y los abusos a mujeres y niños.
El Jubileo de la Misericordia, concluido el pasado mes de noviembre, nos ha invitado a mirar dentro de nuestro corazón y a dejar que entre en él la misericordia de Dios. El año jubilar nos ha hecho tomar conciencia del gran número y variedad de personas y de grupos sociales que son tratados con indiferencia, que son víctimas de injusticia y sufren violencia. Ellos forman parte de nuestra “familia”, son nuestros hermanos y hermanas. Por esto, las políticas de no violencia deben comenzar dentro de los muros de casa para después extenderse a toda la familia humana. “El ejemplo de santa Teresa de Lisieux nos invita a la práctica del pequeño camino del amor, a no perder la oportunidad de una palabra amable, de una sonrisa, de cualquier pequeño gesto que siembre paz y amistad. Una ecología integral también está hecha de simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo”[19].
Mi llamamiento
6. La construcción de la paz mediante la no violencia activa es un elemento necesario y coherente del continuo esfuerzo de la Iglesia para limitar el uso de la fuerza por medio de las normas morales, a través de su participación en las instituciones internacionales y gracias también a la aportación competente de tantos cristianos en la elaboración de normativas a todos los niveles. Jesús mismo nos ofrece un “manual” de esta estrategia de construcción de la paz en el así llamado Discurso de la montaña. Las ocho bienaventuranzas (cf. Mt 5,3-10) trazan el perfil de la persona que podemos definir bienaventurada, buena y auténtica. Bienaventurados los mansos —dice Jesús—, los misericordiosos, los que trabajan por la paz, y los puros de corazón, los que tienen hambre y sed de la justicia.
Esto es también un programa y un desafío para los líderes políticos y religiosos, para los responsables de las instituciones internacionales y los dirigentes de las empresas y de los medios de comunicación de todo el mundo: aplicar las bienaventuranzas en el desempeño de sus propias responsabilidades. Es el desafío de construir la sociedad, la comunidad o la empresa, de la que son responsables, con el estilo de los trabajadores por la paz; de dar muestras de misericordia, rechazando descartar a las personas, dañar el ambiente y querer vencer a cualquier precio. Esto exige estar dispuestos a “aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso”[20]. Trabajar de este modo significa elegir la solidaridad como estilo para realizar la historia y construir la amistad social. La no violencia activa es una manera de mostrar verdaderamente cómo, de verdad, la unidad es más importante y fecunda que el conflicto. Todo en el mundo está íntimamente interconectado[21]. Puede suceder que las diferencias generen choques: afrontémoslos de forma constructiva y no violenta, de manera que “las tensiones y los opuestos [puedan] alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida”, conservando “las virtualidades valiosas de las polaridades en pugna”[22].
La Iglesia Católica acompañará todo tentativo de construcción de la paz también con la no violencia activa y creativa. El 1 de enero de 2017 comenzará su andadura el nuevo Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que ayudará a la Iglesia a promover, con creciente eficacia, “los inconmensurables bienes de la justicia, la paz y la protección de la creación” y de la solicitud hacia los emigrantes, “los necesitados, los enfermos y los excluidos, los marginados y las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los encarcelados, los desempleados y las víctimas de cualquier forma de esclavitud y de tortura”[23].
En conclusión
7. Como es tradición, firmo este Mensaje el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. María es Reina de la Paz. En el Nacimiento de su Hijo, los ángeles glorificaban a Dios deseando paz en la tierra a los hombres y mujeres de buena voluntad (cf. Lc 2,14). Pidamos a la Virgen que sea ella quien nos guíe.
“Todos deseamos la paz; muchas personas la construyen cada día con pequeños gestos; muchos sufren y soportan pacientemente la fatiga de intentar edificarla”[24]. En el 2017, comprometámonos con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que cuiden de la casa común. “Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser artesanos de la paz”[25].
Vaticano, 8 de diciembre de 2016
Francisco
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[1] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 228.
[2] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1968.
[3] “Leyenda de los tres compañeros”: Fonti Francescane, n. 1469.
[4] Ángelus (18 febrero 2007).
[5] Ibíd.
[6] Ibíd.
[7] Discurso al recibir el Premio Nobel de la Paz (11 diciembre 1979).
[8] Homilía en Santa Marta, “El camino de la paz” (19 noviembre 2015).
[9] Homilía en la canonización de la beata Madre Teresa de Calcuta (4 septiembre 2016).
[10] N. 23.
[11] Ibíd.
[12] Discurso, Audiencia interreligiosa (3 noviembre 2016).
[13] Discurso a los participantes al tercer Encuentro Mundial de los Movimientos Populares (5 noviembre 2016).
[14] Cf. Discurso en el Encuentro interreligioso con el Jeque de los musulmanes del Cáucaso y con representantes de las demás comunidades religiosas del país, Bakú (2 octubre 2016).
[15] Discurso, Asís (20 septiembre 2016).
[16] Cf. Exhort. ap. postsin. Amoris laetitia, 90-130.
[17] Ibíd., 133.194.234.
[18] Cf. Mensaje con ocasión de la Conferencia sobre el impacto humanitario de las armas atómicas (7 diciembre 2014).
[19] Carta Enc. Laudato si’, 230.
[20] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 227.
[21] Cf. Carta Enc. Laudato si’, 16.117.138.
[22] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 228.
[23] Carta apostólica en forma de “Motu Proprio” con la que se instituye el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (17 agosto 2016).
[24] Regina Coeli, Belén (25 mayo 2014).
[25] Llamamiento, Asís (20 septiembre 2016).
Tres oraciones para Thanksgiving o día de Acción de Gracias

En el marco del Día de Acción de Gracias (Thanksgiving), que Estados Unidos celebra como recuerdo de la primera cena de agradecimiento en 1621 de un grupo de peregrinos con nativos y en la que se dio gracias a Dios por la abundancia de cosechas en el nuevo mundo, aquí tres oraciones que en este día se pueden rezar en familia o en comunidad:
Oración de Acción de Gracias
Oh Dios, te agradecemos por esta tierra, nuestro hogar; por el ancho cielo y el sol bendito, por la salada mar y la corriente del agua, por las inmensas colinas y los vientos que nunca descansan, por los árboles y la hierba bajo los pies. Nosotros te agradecemos por nuestros sentidos con los que escuchamos el canto de las aves, vemos el esplendor de los campos de verano, saboreamos las frutas de otoño, nos regocijamos al sentir la nieve y respiramos el aliento de la primavera. Danos un corazón muy abierto a toda esta belleza; y guarda nuestras almas de ser tan ciegas que pasamos sin ver, incluso cuando la zarza común está ardiendo con tu gloria. Oh Dios, creador nuestro, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
(Traducido de: Living God’s Justice: Reflections and Prayers, compiled by The Roundtable Association of Diocesan Social Action Directors)
Oración en la mesa de Acción de Gracias
Oh Dios misericordioso, te damos gracias por tu generosidad desbordante para con nosotros. Gracias por la bendición de los alimentos que comemos y especialmente por la fiesta de este día. Gracias por nuestro hogar, la familia y amigos, especialmente por la presencia de los aquí reunidos. Gracias por nuestra salud, nuestro trabajo y nuestro juego. Por favor, envía tu ayuda a aquellos que tienen hambre, están solos, enfermos y sufriendo la guerra y la violencia. Abre nuestros corazones a tu amor. Te pedimos tu bendición por Cristo, tu Hijo. Amén.
(Traducido de: Celebrating Faith: Year-round Activities For Catholic Families, by Mary Cronk Farrell)
Oración
Esta Acción de Gracias nos permite, a aquellos que tienen mucho y aquellos que tienen poco, reunirnos en la mesa de bienvenida del Señor. En esta fiesta bendita, ricos y pobres debemos recordar que somos llamados a servir a los demás y a caminar juntos en el mundo de la gracia de Dios. Por ello, con corazones agradecidos alabemos a nuestro Dios que como un padre amoroso no nos niega lo bueno. Amén.
(Traducido de: Songs of Our Hearts, Meditations of Our Souls: Prayers for Black Catholics, edited by Cecilia A. Moor, Ph.D., C. Vanessa White, D.Min., and Paul M. Marshall, S.M.).
ACIPrensa/com
Para ser un consumidor más profético

Si tu decisión es adquirir productos y servicios en estos cuatro días, te proponemos el siguiente itinerario para ser un consumidor más profético y contemplativo.
“Para que usted pueda comprar en el primer minuto del Buen Fin, no cerramos la tienda”, es así como una cadena de autoservicio anuncia la llegada de estos cuatro días de ventas que se estiman, cada año, espectaculares en rebajas.
Esta estrategia de consumo que surge de una alianza entre el Gobierno Federal y todos los comercios que deseen sumarse, copia del llamado “Viernes Negro” de EU, se convirtió en una oportunidad de activar la economía y de ofrecer, o cuando menos así se espera, mejores precios a los consumidores.
¿Detrás de esto hay una estrategia de consumo desmedido? ¿A caso existe un engaño para hacer más ricos a los ricos y empobrecer a los que de por sí ya tenían deudas?, es muy sencillo de comprobarse, pero antes de hacerlo, vale la pena una última pregunta: ¿Por qué necesitamos consumir más y más?
El Papa Francisco en el documento Laudato Si (LS), hace mención de Bartolomé, Patriarca Ecuménico, que al referirse a las raíces éticas de los problemas ambientales expresa que debemos: “…pasar del consumo al sacrificio, de la avidez a la generosidad, del desperdicio a la capacidad de compartir, en una ascesis que significa aprender a dar, y no simplemente renunciar. Es un modo de amar, de pasar poco a poco de lo que yo quiero a lo que necesita el mundo de Dios.” (9).
Perdimos el sentido del sacrificio y lo convertimos en algo que debemos evitar, pero aceptamos que el consumo desmedido le da sentido y significado a nuestra vida. La generosidad, el compartir, gastarse la vida por una causa o mejor aún por una persona, es visto como una debilidad que la modernidad nos impuso como norma. Pero tras de ellos también se hizo presente la individualidad, la soledad y la competencia como formas de romper con lo valioso que es la comunidad.
Hay una “espiritualidad cristiana que propone un modo alternativo de entender la calidad de vida, y alienta un estilo de vida profético y contemplativo, capaz de gozar profundamente sin obsesionarse por el consumo.” (LS, 222).
Esta es la primera propuesta para este Buen Fin, si no necesitas consumir NO LO HAGAS, porque “la constante acumulación de posibilidade
- Solo consume lo que ya tenías pensado comprar en este año, lo que de cualquier forma ya ibas a adquirir.
- Un buen consumidor compara tres o más lugares para hacer la compra. Concretamente para el Buen Fin, además debe haber comparado los precios con dos o tres semanas previas para verificar que los precios no hayan subido para después ofrecer “supuestas rebajas”.
- Si detectas que evidentemente hay una oferta y se trata de un artículo o servicio que realmente necesitas, procura pagarlo de contando o a meses sin intereses, de lo contrario adquirirás una deuda que no necesitabas.
- Elije productos locales y elaborados en condiciones laborales justas, evitando el trabajo infantil o esclavizado.
- Evita productos que dañen al medio ambiente, incluyendo aquellos que traen demasiadas envolturas y que generan basura en exceso.
Les invitamos a seguirse confrontando y a advertir lo que el Papa Francisco nos señala: “Mientras más vacío está el corazón de la persona, más necesita objetos para comprar, poseer y consumir. “ (LS, 204).
Fuente: CEPS José David Torres / Dimensión de Pastoral del Trabajo
Secretariado de Pastoral Social
Laguna Leona No. 18 Colonia Industrial
Teléfono: (868) 812 6045
Siete recomendaciones prácticas para recuperar la paz del corazón

A continuación siete recomendaciones para reconquistar la paz en nuestro corazón:
1) Programar y proyectar el futuro sin convertirlo en obsesión
Una de las cosas que más nos afecta es la angustia o la preocupación por el futuro que nos “roba” el momento presente. ¿Qué va a pasar mañana?. Hay que ocuparse pero no preocuparse, hay que planificar pero sin obsesionarnos por el futuro. Dyer escribió: “Todas nuestras neurosis son el resultado de no vivir el momento presente”. Y Jesucristo dijo: “Ni se preocupen por el día de mañana, el mañana se preocupará de sí mismo. Basta con las penas de hoy” (Mateo 6,34).
2) Trabajar por lo ideal con una serena aceptación de la realidad
Tenemos que trabajar por lo ideal, por la excelencia por lo mejor, pero sin que la realidad nos decepcione. Recordemos la oración de la serenidad: “Señor concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar. Valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y Sabiduría para reconocer la diferencia” También nos podrían servir estas palabras: “Si no hubo frutos, vale la belleza de las flores. Si no hubo flores vale la sombra de las hojas. Si no hubo hojas, vale la intención de la semilla”
3) Renunciar a tener siempre la razón
Una de las cosas que más nos ha dividido son las interminables discusiones ideológicas-políticas. Hemos llegado a perder valiosas relaciones familiares y de amistad por discusiones en las cuales queremos imponer “nuestra razón”, nuestra verdad. Es preferible tener paz y dormir tranquilo que a tener la razón o imponer nuestro punto de vista.
4) Aprender a decir que No
“Digan SÍ cuando es SÍ y NO cuando es NO, todo lo demás lo añade el demonio” (Mateo 5,37). Decir que sí, no porque quieras y puedas hacer lo que te piden, sino por complacer a alguien o por miedo a perder su amistad, o su amor, es no sólo un atentado contra ti mismo sino un generador de estres y de incomodidad que desgasta a cualquiera. Conoce tus límites, actúa dentro de ellos y hazlos respetar. El que mucho abarca poco aprieta.
5) No conviertas a nada o nadie en obsesión
Ni para bien ni para mal. La obsesión quita la paz y te hace perder el disfrute de todo lo demás. Otro sinónimo de obsesión puede ser codependencia, adicción, apego. Detrás de todo sufrimiento hay un apego, cuando sueltas los apegos surge la libertad y la paz
6) Restarle espacios a la “información” y sumarle espacios a la formación, el esparcimiento y las relaciones interpersonales directas
“No se cansa el ojo de ver, ni se cansa el oído de oír” (Eclesiastés 1,8) Nos encontramos sobresaturados de información, se ha disparado una especie de adicción extrema a querer estar informados de todo a través de la prensa, la radio, la televisión, celulares, Internet (twitter, facebook), y este exceso de información le ha restado tiempo y espacio a la formación, al sano esparcimiento, a la espiritualidad, al compartir con los amigos y la familia y nos ha robado la paz. Hay que rescatar espacios para las artes, para la cultura en general, pero sobre todo para los encuentros. Una persona virtual, jamás substituirá la mirada y el abrazo de una persona real
7) Orar
Estén siempre alegres en el Señor; se lo repito, estén alegres y den a todos muestras de un espíritu muy abierto. El Señor está cerca. No se inquieten por nada; antes bien, en toda ocasión presenten sus peticiones a Dios y junten la acción de gracias a la súplica. Y la paz de Dios, que es mayor de lo que se puede imaginar, les guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4,4-7)
Hazme un Instrumento de tu Paz:
(Oración asociada a San Francisco de Asís)
Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Donde hay odio, yo ponga el amor.
Donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Donde hay discordia, yo ponga la unión.
Donde hay error, yo ponga la verdad.
Donde hay duda, yo ponga la Fe.
Donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Donde hay tristeza, yo ponga la alegría.
Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar,
ser comprendido, sino comprender,
ser amado, sino amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
aleteia.org / Padre Jesús Genaro Pérez /
artículo originalmente publicado por pildorasdefe.net
Presentación de Jesús al templo (Fiesta de la Candelaria)

San José y la Virgen María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén; se conoce esto como Fiesta de la Candelaria. La Iglesia lo celebra el 2 de febrero.
Origen de la fiesta
Esta costumbre tiene su origen en la celebración litúrgica de la fiesta de la purificación y la presentación del Niño Dios al templo. En tiempo de Jesús, la ley prescribía en el Levítico que toda mujer debía presentarse en el templo para purificarse a los cuarenta días que hubiese dado a luz. Si el hijo nacido era varón, debía ser circuncidado a los ocho días y la madre debería permanecer en su casa durante treinta y tres días más, purificándose a través del recogimiento y la oración.
Ya que se cumpliera la fecha, acudía en compañía de su esposo a las puertas del templo para llevar una ofrenda: un cordero y una paloma o tórtola. Con respecto al niño, todo primogénito debía ser consagrado al Señor, en recuerdo de los primogénitos de Egipto que había salvado Dios. Lo mismo pasaba con los animales primogénitos.
José y María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén. Como eran pobres, llevaron dos palomas blancas. Al entrar al templo, el anciano Simeón, movido por el Espíritu Santo, tomó en brazos a Jesús y lo bendijo diciendo que Él sería la luz que iluminaría a los gentiles. Después, le dijo a María que una espada atravesaría su alma, profetizando los sufrimientos que tendría que afrontar.
Explicación de la fiesta
El día 2 de febrero de cada año, se recuerda esta presentación del Niño Jesús al templo, llevando a alguna imagen del Niño Dios a presentar a la iglesia o parroquia. También ese día, se recuerdan las palabras de Simeón, llevando candelas (velas hechas de parafina pura) a bendecir, las cuales simbolizan a Jesús como luz de todos los hombres. De aquí viene el nombre de la “Fiesta de las candelas” o el “Día de la Candelaria”.
En México, se acostumbra que aquellos a quienes les tocó el muñeco de la rosca de reyes, son los que deberán presentarlo en el templo el día de la Candelas. Para esto, hay que vestirlo y engalanarlo. También, comprarle un trono para sentarlo. En esta celebración se bendicen la imagen del Niño Dios y las candelas, que representan la luz de Cristo en los hogares. Las velas benditas se pueden prender cuando surjan las dificultades de la vida durante el año.
Esta fiesta termina con una merienda familiar y de amigos, en la cual se sirven tamales y atole de sabores y chocolate caliente. Es una fiesta que podemos aprovechar para reflexionar acerca de la obediencia de María y para agradecer a Jesús que haya venido a iluminar nuestros corazones en el camino a nuestra salvación eterna.
La Virgen de la Candelaria
Es una de las muchas advocaciones (nombres) de la Virgen María. Tuvo su origen en Tenerife, una de las islas Canarias. Según la tradición, la Virgen se le apareció en 1392 a dos indios guanches que pastoreaban su rebaño, quienes, al llegar a la boca de un barranco, notaron que el ganado no avanzaba, como si algo impidiera seguir adelante. Para ver qué era lo que pasaba, uno de los pastores avanzó y vio en lo alto de una peña una imagen de madera como de un metro de alto de una mujer. Traía una vela en la mano izquierda y cargaba a un niño en el brazo derecho. El niño llevaba en sus manos un pajarito de oro.
Los indios, como tenían prohibido hablar con mujeres que estuvieran solas, le hicieron señas para que se apartara del camino. Como no les hacía caso, uno de los indios tomó una piedra para lanzársela, pero el brazo se le paralizó. Su compañero tomó la imagen e intentó romperla, pero en el intento, se cortó sus propios dedos.
Los indios corrieron a avisar al rey, quien de inmediato fue con todos sus guardias al lugar del acontecimiento. Tomaron la figura y la llevaron a la casa del rey. Los encargados de llevársela fueron los pastores que la encontraron, quienes al instante de tomarla en sus manos, quedan curados del brazo uno y de los dedos, el otro. Ante este milagro, el rey ordenó que todo el pueblo honrara a aquella figura de mujer, a quien le llamaron “La Extranjera”.
Cuando la gente se acercaba a Ella, se oían armonías celestiales, se percibían aromas exquisitos y la imagen despedía una luz resplandeciente. Infundía en las personas temor y respeto, pero ellos no sabían a quién representaba. Años después, los españoles conquistaron la isla de Lanzarote y soñaban con conquistar la isla de Tenerife.
En uno de sus intentos de conquista, apresaron a un niño guanche y lo llevaron a Lanzarote. Ahí lo bautizaron con el nombre de Antón, lo catequizaron y un tiempo después, lo llevaron de regreso a su isla natal de Tenerife. Antón fue a la casa del rey a contarle todo lo que le había sucedido y el rey le dio permiso de ver a La Extranjera.
Cuando Antón la vio, se puso de rodillas y les dijo a todos que hicieran lo mismo. Les explicó que aquella Señora, era la representación de la Virgen María cuando llevaba a Jesús a presentar al templo. Le explicó que la Virgen María era la Madre del Dios y de todos los hombres y que era una gran suerte tener ese gran tesoro.
Antón le pidió al Rey permiso para buscar un lugar en el que todos la pudieran venerar. El Rey accedió y llevaron la imagen a la cueva de Achbinico, un templo subterráneo, que parecía una Iglesia natural. Antón cuidó por un tiempo de la Basílica. Alrededor de 1530, encargaron el Santuario a los padres dominicos que se les conocía como “Los frailes de la Virgen”.
En noviembre de 1826, una tormenta terrible azotó a la isla de Tenerife, llegando al Santuario de la Virgen y las aguas se llevaron la Imagen. Se hizo todo por tratar de recuperarla, pero no fue posible encontrarla. Los padres dominicos acordaron mandar a hacer una imagen nueva. Así lo hicieron y en la festividad del día 2 de Febrero de 1830, bendijeron la nueva imagen de Nuestra Señora de la Candelaria.
Desde el año 1599 se nombró a la Virgen de la Candelaria patrona de todo el archipiélago canario. Su devoción se ha extendido por la península y por toda Hispanoamérica, principalmente por Venezuela. Sus milagros y favores son constantes. Cada año acuden a visitarla miles de personas de todas clases sociales para darle gracias y pedirle beneficios.
Le cantan:
Muchas flores la fortuna
Regaló a las Canarias;
Pero como Tú ninguna.
Virgen de la Candelaria.
Virgen de Candelaria,
la más bonita, la más morena,
la que extiende su manto
desde la cumbre hasta la arena
En México, en Tlacotalpan, en el Estado de Veracruz, tienen como patrona a la Virgen de la Candelaria. Su traje es muy significativo: bajo el manto de azul profundo, lleva un vestido blanco resplandeciente, bordado con motivos vegetales y volutas (flores y espigas de trigo grandes). La Virgen se encuentra en la Iglesia y el día 2 de Febrero se acostumbra sacarla de la Iglesia, cantarle las Mañanitas por la mañana y por la tarde, llevarla en procesión por el río Papaloapan. Tlacotalpan es un lugar que se encuentra al margen izquierdo del río Papaloapan, que quiere decir “río de mariposas”.
Teresa Vallés | Fuente: Catholic.net
Por un mundo más justo

Roma. El Papa Francisco alentó a las familias cristianas por un mundo más justo: el trabajo al servicio de la dignidad humana y la creación, fe y valentía.
Si la organización del trabajo mantiene como rehén a la familia y obstaculiza su camino, quiere decir que la sociedad humana ha empezado a trabajar contra sí misma, advirtió el Santo Padre, invitando a no perder la esperanza: Familias cristianas no se desanimen – no se sientan como David y Goliat, pues todos sabemos cómo acabó ese desafío
Ante el momento difícil que vivimos en la historia de la humanidad, en el que se quiere impulsar el afán del provecho económico del trabajo, por encima de la familia, el Papa Francisco – en su catequesis central en italiano y como es tradicional sintetizada en otras lenguas – hizo hincapié en el gran desafío y misión de las familias cristianas: «En este momento difícil de nuestra historia, pidamos al Señor que sostenga a las familias en su vida cotidiana y en su misión. Que Él les conceda custodiar de forma fiel y valiente los valores fundamentales de la creación. Que Jesucristo los fortalezca en la fe, junto con sus familias, para que puedan ser en el mundo signos de su amor y su misericordia».
Con el trabajo participamos en el designio creador de Dios de cuidar el mundo. Que el Espíritu Santo nos ayude a acoger y vivir esta vocación con alegría y esperanza, deseó el Papa: «Queridos hermanos y hermanas, el trabajo humano es parte de la creación y prosigue la obra creadora de Dios. Comprometámonos en acrecentar las oportunidades de trabajo, afirmando la convicción de que sólo en el trabajo libre creativo, participativo y solidario el ser humano expresa y acrecienta la dignidad de su propia vida».
El Santo Padre deseó a los numerosos fieles de tantas partes del mundo, que su peregrinación a Roma impulse en todos el sentido de pertenencia a la Iglesia – nuestra familia – los fortalezca en la fe en Jesucristo, que llama a toda familia a colaborar en la construcción de un mundo más justo y bello: «Recuerden que el trabajo puede ser camino de santidad, si se desarrolla como continuación de la obra creadora de Dios y es una expresión de amor a los demás, sobre todo a nuestros familiares».
El Papa dirigió un saludo especial a la Comunidad de Taizé en la víspera del aniversario de su fundación y recordó a su amado fundador: «Mañana la Comunidad de Taizé cumple 75 años. Deseo dirigir mi saludo acompañado con mi oración a los hermanos, en el recuerdo de su amado fundador Roger Schutz, del que hemos recordado el X aniversario de su muerte, hace tres días. ¡Buen camino para la comunidad de Taizé!»
Coincidiendo su audiencia general con la fiesta de San Juan Eudes, en sus palabras a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, evocó su devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María: «Hoy 19 de agosto celebramos la memoria litúrgica de San Juan Eudes. Que su devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María, les enseñe a ustedes, queridos jóvenes, la necesidad de su intercesión en el camino espiritual. Los aliente, a ustedes queridos enfermos, a afrontar con fe los momentos de sufrimiento y los estimule a ustedes, queridos recién casados a educar con amor a los hijos que el Señor les querrá donar».
(RV)
Comentario a la película: Los Miserables

Comentario a la película: Los Miserables | ![]() |
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La película Los Miserables es la versión fílmica de la obra de teatro musical, inspirada a su vez en la novela de Víctor Hugo. Ésta es su novela más llevada al cine; la primera versión fue en 1907. Cuentan que a Víctor Hugo no le disgustaba que sus obras inspiraran ya bastantes óperas o que sus poemas fueran musicalizados. Vale el dato para los que creyeran que el comprometido escritor se pudiera ofender por otra versión musical de su literatura, cuando él mismo lo sentía como propio de su aporte.Ahora el cine trata de acercarnos a un musical que se ha mantenido en cartelera en Londres desde 1985; que ha sido llevado a 38 países, en 22 idiomas, y que en México duró en el escenario casi dos años (2002-2004), como ninguna otra obra. El éxito quizás esté en el espíritu de sus personajes, los ideales de cambio social y de esperanza, y en la fuerza de su música y sus canciones. Éste puede ser el hilo conductor para ver y sentir la obra musical, seguir sus canciones, ayudados por los planos cercanos y de conjunto que nos ofrece la película.Los Miserables es una historia de redención, de apuesta por lo mejor de cada ser humano, de esperanza por alcanzar una vida mejor para todos. Su personaje principal, Jean Valjean, es un ex convicto que ha pasado 19 años en prisión por robar un pan y luego tratar de escapar. La impresionante escena inicial de la película nos pone junto a aquellos que serán protagonistas -de diversos modos- en toda la obra: los miserables, es decir, los desamparados, los excluidos, los esclavizados. Cuando Valjean es puesto en libertad condicionada, encuentra que no es verdaderamente libre en una sociedad así que crea pobreza y exclusión. Pero cuando el Obispo de Digne no sólo lo perdona sino le regala más, Valjean descubre qué es ser libre: practicar misericordia ante el miserable. Y emprende el difícil camino de vivirlo, siempre perseguido por Javert, el representante oficial de la ley, de la condena, del orden sin misericordia.
Ayudar a Fantine, la prostituta en desgracia, adoptar a la pequeña Cosette huérfana, apoyar a Marius y los jóvenes revolucionarios, perdonar la vida a Javert, serán parte de esta misión de Valjean; misión a contracorriente, en la persecución, el desprendimiento, la misericordia. Y todavía más, en el conflicto interior de no saber si ésa es la verdadera libertad que la gracia del perdón cristiano le ha regalado: “¿Quién soy yo? Mi alma pertenece a Dios pues Él me dio esperanza cuando ya no la tenía, me dio fuerzas para seguir; pero al mismo tiempo soy Jean Valjean y soy el 24601”. El proceso espiritual de Valjean tiene mucho de aceptación de la fe y la gracia, como una liberación que se encarna en amor a los demás, tal como lo transmite san Pablo (ver Gálatas, capítulo 5), porque “amar a otro es ver el rostro de Dios”, es vivir según su Espíritu. Practicar el amor solidario, apostar en esperanza por romper el yugo de toda opresión, “es la música de un pueblo que no volverá a ser esclavo”, que se abre al mañana, que despierta a una vida nueva, que ve el rostro de Dios. “Es el futuro que empieza hoy”. Luis García Orso, S.J. |
Comentario a la película: LA CRISTIADA

La película refleja la fe que mueve la actuación de los diversos actores sociales de este hecho histórico, pero no la fe en sentido sólo católico, sino la fe en las propias convicciones, en la libertad, en la voz del pueblo, en la lucha contra el poder, y la fe en Dios y en Cristo. Igualmente, el filme muestra cómo los seres humanos y los creyentes también somos contaminados por intenciones negativas de violencia, intolerancia, lucha de poder, y cómo ambos bandos de la guerra cometieron atrocidades inhumanas. La guerra nunca es ni será la solución a los conflictos y al logro de la paz, y la pérdida de vidas humanas es un precio que no habría que pagar. Pero es un hecho que muchos católicos mexicanos tomaron ese camino de la guerra, y que no hubo unidad y consenso en la Iglesia sobre cómo resolver el conflicto con el gobierno federal.
Esta gran producción cinematográfica se enfoca más en la lucha armada de los cristeros, queriendo transmitir su motivación religiosa. Pero trata también al final los intereses económicos y políticos de los gobiernos de México y de Estados Unidos para no perder sus negocios en la explotación del petróleo, y los arreglos que en ese contexto hacen los obispos mexicanos, sin atender a la opinión de los cristeros y accediendo a los intereses del gobierno norteamericano. En 1929 los templos vuelven a abrirse, pero pareciera que los creyentes se encierran en ellos; cuando los cristeros habían dado la vida en campos abiertos, llevando su fe a los problemas sociales, dando la vida por el reinado de Dios en su patria. La historia tendría mucho que enseñarnos hoy, si no reducimos la fe cristiana a tomar las armas o a una fe que se encierra en el culto. Lúcidamente lo señaló el Papa Benedicto en su homilía reciente en Silao aludiendo a Cristo Rey: “Su realeza no es como muchos la entendieron y la entienden. Su reinado no consiste en el poder de sus ejércitos para someter a los demás por la fuerza o la violencia. Se funda en un poder más grande que gana los corazones: el amor de Dios que él ha traído al mundo con su sacrificio y la verdad de la que ha dado testimonio”. Y concluyó el Papa: “Para que Cristo reine en sus vidas y les ayude a promover audazmente la paz, la concordia, la justicia y la solidaridad”
Luis García Orso, S.J.
La Epifanía del Señor: Dios en el cine

La Epifanía del Señor: Dios en el cine | ![]() |
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El 6 de enero o el domingo más cercano celebramos la Epifanía del Señor, es decir el día de la manifestación de Jesús, el Hijo de Dios, el Salvador; no sólo a los magos de Oriente y a los pastores de Belén (Cf. Mt 2, 1-12; Lc 2, 8-20), sino a todo el mundo, a todas las culturas. Presentamos a continuación tres películas en las que podemos descubrir una luz y un espíritu para nuestros tiempos; cómo lo fue y es Jesús para muchos.Tocando el viento (Brassed Off) de Mark Herman (Gran Bretaña, 1997, 107 min.)Durante el gobierno neoliberal de Margaret Tatcher (1979-1990), una ola de cierres de minas de carbón recorre el norte de Inglaterra. Con frescura, humor y conmovedoras escenas Tocando el viento nos cuenta lo que vive el pueblo de Grimley ante el inminente cierre de su mina. La banda de música del pueblo es un bastión de la identidad local y también está en crisis. Danny (Peter Postlethwaite, excelente), el director de la banda, insiste en la importancia de no apagar el espíritu, de no perder la esperanza, de no dejar de tocar… Gloria (Tara Fitzgerarld), hija de un afamado músico de Grimley, llega de visita al pueblo para hacer un estudio de viabilidad y evitar el cierre de la mina. A la par se incorporará a la banda para sorprender con su música, entusiasmo, alegría y un espíritu de gloria. Por supuesto -como en toda buena película-habrá conflictos, momentos intensos y críticos, y un bien logrado y emotivo desenlace que nos sorprenderá.
En esta fiesta de la Epifanía del Señor podemos recordar el acontecimiento de la visita de los pastores al portal de Belén (Cf. Lc 2, 8-20), donde encontraron al Hijo del Altísimo, a Dios mismo hecho niño, “envuelto en pañales y acostado en un pesebre” (v. 12). Pero también tantos lugares, personas, hechos en los que Dios se nos ha manifestado, tocado, dado su espíritu. No podemos evitar pensar también en la situación de pobreza, exclusión, injusticia que vive la clase trabajadora y tantos desempleados a causa del sistema económico imperante. Muchos valores humanos y cristianos podemos encontrar en esta cinta para hacerle frente a situaciones tan adversas. El misterio de la Encarnación nos recuerda lo importante que es el hombre para Dios y la manera en que ha querido salvarnos y darnos gloria. “La gloria de Dios es que el hombre viva”, escribió San Ireneo. Tocando el viento es un canto a la humanidad, una historia para dar gloria a los hombres y mujeres en general. Pequeña Miss Sunshine de Jonathan Dayton, Valerie Faris (E.U., 2006, 101 min.) Con un excelente guión (Oscar a mejor guión original), buenas actuaciones (Oscar a mejor actor de reparto: Alan Arkin) y una exquisita banda sonora Pequeña Miss Sunshine nos habla de valores como el amor, el respeto, la reconciliación y la belleza que puede haber en todo tipo de familia. Los Hoover son una familia muy peculiar: un abuelo adicto a la heroína y malhablado (Alan Arkin); un padre responsable que intenta construir una carrera como motivador profesional (Greg Kinnear); una madre amorosa ya agotada por el ritmo de vida (Toni Collette); Frank (Steve Carell), el tío homosexual que se integra a la familia después de un intento de suicidio; Dwayne (Paul Dano), adolescente que ha hecho voto de silencio hasta cumplir su sueño de convertirse en piloto de pruebas; y, Olive (Abigail Breslin, estupenda), niña de siete años que sueña con ganar un concurso de belleza. Para ayudar a cumplir el sueño de la pequeña, toda la familia viaja a bordo de una Combi Volkswagen desde Albuquerque, Nuevo México hasta Redondo Beach, California, donde se realizará el concurso Little Miss Sunshine. Durante el viaje salen a relucir las tensiones de la familia y los problemas mecánicos de la vieja Combi; pero también lo mejor de cada uno de los miembros de la familia. En Mt 2, 1-12 podemos leer cómo unos magos de Oriente se ponen en camino siguiendo una estrella. Quieren buscar y encontrar al Rey de los judíos que ha nacido. Una fe, una esperanza los mueve; caminan, preguntan, se abren al misterio… y descubren al Mesías, a Dios mismo, ahí donde El ha querido revelarse: en Belén, en un portal, en un Pequeño Niño. Pequeña Miss Sunshine es una película para adolescentes y adultos que puede ayudarnos a reflexionar sobre los roles en la familia, los valores que encontramos en ésta; así como a descubrir la luz y la belleza más allá de los concursos o cánones que dicta la sociedad de consumo. Con esta misma apertura podemos encontrar a Dios en el arte como en el cine. El baño de Zhang Yang (China, 1999, 92 min.) No hay lugar en que Dios no pueda entrar y llevar ahí su luz y salvación. Lo importante es reconocerlo, aceptarlo, abrazarlo ahí donde El ha querido manifestarse: en un pesebre (Cf. Lc 2, 12), junto a un pozo (Cf. Jn 4, 5-7), en las comidas con los pecadores (Cf. Mc 2, 15), en un camino (Cf. Lc 24, 13-15). El baño es una película ingeniosa, entrañable, llena de magia y buen espíritu. Abandonado por su hijo mayor Daming, que se ha ido de Pekín en busca de fortuna, el Señor Liu continúa su trabajo como propietario, administrador, médico, masajista y terapeuta en unos baños públicos: vocación de toda su vida. Además cuida de su otro hijo Erming, que sufre un retraso mental. Daming, creyendo que su padre ha muerto, regresa a Pekín para descubrir –y nosotros con él-, la magia, el encanto, todos los valores y relaciones fraternas que se pueden dar en un baño público. Entre la comedia y el drama, entre el individualismo (recordemos la ducha individual y automatizada al comienzo de la cinta) y el sentido de comunidad, entre las rivalidades y reconciliaciones, entre la corrupción y los jabones y friegas de agua que todo lo limpian, podemos encontrar en El baño un espacio sagrado como los que hemos mencionado. Todo está en saber ver y acoger el espíritu que se nos comunica. Podemos compartir aquí también la alegría de los magos de Oriente al ver la “estrella” de Belén y “al niño con María su madre”; ante quien “se postraron y adoraron” (Lc 2, 10-11), a quien le ofrecieron dones de oro (porque es rey), incienso (porque es Dios) y mirra (porque trae salud). Sergio Guzmán, S.J. |
Comentario a la película: El Gran Milagro

EL GRAN MILAGRO
El Gran Milagro (de Bruce Morris, 2011) tiene un buen inicio, con tres personajes que nos captan la atención porque nos resultan cercanos: una anciana que se siente sola y sin ánimos de vivir, una viuda joven abrumada por el trabajo y con un niño que le pide atención, un chofer de microbús angustiado por su hijo con enfermedad terminal; y un cuarto personaje, un adolescente que de repente entra en sus vidas, y aparece simpático y extraño al mismo tiempo. Los cuatro llegan a una iglesia y, a partir de ahí, la película se convierte en discurso. El ángel-adolescente se dedica a explicar todo, paso por paso, lo que sucede o puede suceder. La importancia la toma la palabra oral; la historia deja de ser cine.
El cine es el arte de contar historias con un lenguaje propio, el cinematográfico, hecho de imágenes, ángulos, planos, sonidos, colores, música, actuación, movimientos, edición, escenarios, etc. Si el texto predomina, el cine pierde su significado y se convierte en discurso. El ‘mensaje’ de una película está en lo que sucede en la historia, en la pantalla, no en el texto solo. Todo cuenta para comunicar un mensaje: las acciones y actitudes, los gestos, el lugar, la hora, los colores, los ángulos de la cámara, los desplazamientos, los silencios, etc. En El Gran Milagro se pretender dar una enseñanza sobre Dios y la fe puesta mayoritariamente en el discurso, cuando el mismo anuncio del Evangelio pide la vida en actuación y el testimonio que se transmite con todos los sentidos, no sólo con palabras.
Para rellenar ese vacío de narración cinematográfica, la película llena muchas escenas con ángeles que vuelan por toda la nave del templo y llegan hasta los cielos. En realidad, el filme no necesitaría el formato de 3D a no ser por este despliegue muy visual de ángeles en movimiento; en todo lo demás, el recurso tridimensional no agrega nada. Más aún, le quita color a la buena factura del filme por el uso de anteojos opacos y de mala calidad.
En este filme, el espectador tiene que estar siempre oyendo una explicación, en lugar de que la historia misma se ‘explique’ en lo que va pasando con los protagonistas. (Además, lo que se oye no coincide nunca con el movimiento de los labios, lo cual lo hace menos creíble). En ninguna escena el chofer interactúa con su familia, ni la anciana con la suya, y poco lo hace la mamá con su hijo. La fe o el amor puestos en las obras, Dios actuando en la vida cotidiana de los personajes, no aparecen en la historia pues todo se va ‘diciendo’.
Más allá del discurso o catequesis oral, la película también ‘dice’ con lo que presenta visualmente. La mayor parte sucede en una enorme basílica gótica donde un sacerdote celebra la misa ante unos pocos fieles separados del altar por una gran distancia. Cuando se alude a Dios, éste se halla en las alturas, muy lejos. El posible discurso de una ‘cercanía’ de Dios queda negado por lo que vemos. Esta enorme distancia se llena con ángeles que tienen más tiempo y visionado que Cristo mismo, y casi necesarios para poder llevar a Dios lo que viene de las personas. Con las explicaciones del ángel, al final cambia la vida de los tres protagonistas como mágicamente. Es muy positivo que tres personas en necesidad hallen la paz, pero falta aquel “aprendizaje gradual en el conocimiento, amor y seguimiento de Jesucristo” (Documento de Aparecida, 291) en el proceso de iniciación cristiana, así como la inserción en una comunidad viva de testigos.
Los productores del filme han hecho un gran trabajo de preparación al estreno y de distribución. Y no sólo han dejado la sinopsis del filme sino que también su valoración: “una inspiradora historia de fe”, “encuentra la paz”, “sus vidas cambiarán para siempre”; además de su inteligente mercadotecnia para acudir a parroquias y colegios católicos. Lo llamativo es que los periódicos y portales católicos se han dedicado a repetir esta publicidad y no han hecho comentarios propios. ¿Es comunicación católica reproducir pasivamente una publicidad? ¿También aquí la fe es repetir palabras? Algo nos tiene que decir que muchos han acudido al cine. Ha sucedido “el gran milagro”: en las taquillas.
Luis García Orso, SJ
Comentario a la película: El Arbol de la Vida

El Árbol de la vida
El árbol de la vida(TheTree of Life) es una plegaria en cine, no una película convencional. Igual que en la oración cristiana, has de ir a ella con tu presencia abierta, dispuesta, humilde, en escucha, dialogante, amorosa; para seguir el aliento del Espíritu, sin saber a dónde te llevará; sin querer comprenderlo todo, dispuesto a rendirte ante el Misterio. Así es El árbol de la vida.
La historia que da la materia para este ejercicio espiritual es la de una familia texana en los años 50s, los O’Brien, con papá, mamá, y tres hijos, donde el mayor, Jack, será el hilo conductor. Nada extraordinario: un papá trabajador, responsable, enérgico, exigente; una mamá tierna, dedicada, prudente, sumisa, religiosa, y tres chicos que juegan en el río, y con las ranas, y con resorteras, y que van de compras con sus padres, y que no entienden todo lo que les mandan y se rebelan. Y también está cada espectador y su propia historia de la infancia, y su propia familia, y sus recuerdos, sentimientos, mociones interiores, preguntas. Cada uno, cada una, como hijo, hermano, padre, madre. El árbol de la vida va ofreciendo, a lo largo de 140 minutos, algunos puntos e imágenes para que cada quien vaya haciendo su propio ejercicio espiritual frente a la pantalla.
Terrence Malick (1943) sólo ha filmado cinco películas en su valiosa trayectoria profesional: Malas tierras (Badlands, 1973), Días de cielo (Days of Heaven, 1978), Ladelgada línea roja (TheThin Red Line, 1998), El nuevo mundo (TheNew World, 2005), y ahora El árbol de la vida (TheTree of Life, 2011), ganadora de la Palma de Oro en el pasado festival de Cannes. Su atrevida propuesta visual y meditativa tiene aquí el apoyo sobresaliente del mexicano Emmanuel Lubezki en la fotografía, de Alexandre Desplat en la dirección musical, y de una muy cuidada edición. Todo formando un extraordinario poema cinematográficode inusitada belleza (que no dudo a algunos les parecerá aburrido y confuso), que nos pide atrevernos a vivir una experiencia y dejar que ella nos lleve. Por eso, repito, se necesita la disposición personal, el tiempo, la apertura de corazón y de sensibilidad, la conciencia de lo que está sucediendo en el alma, y no engancharse con el engaño de querer explicaciones racionales, complacencias, materia fácil y digerida, acción inmediata y pasajera. Por tanto, no cualquier espectador estará en su momento para hacer este ejercicio espiritual, y no todos serán ‘sujetos’, ejercitantes, para ver El árbol de la vida.
Alguno de los puntos que dirigen esta plegaria cinematográfica es la pregunta por Dios y la búsqueda de su presencia y de su voluntad. La pregunta a Dios, a la vida, a los otros, al Misterio, en medio del dolor, de la pérdida, del desconcierto, de la duda, como lo van haciendo Jack y su madre:“¿Por qué sucedió? ¿Dónde estabas Tú?”. “¿Por qué ser bueno si tú no lo eres?”. “¿Por qué vine al mundo?”
Es la búsqueda de comunión con el hermano, con la madre, con el padre, con Dios, de un Jack adulto, un arquitecto de éxito profesional en Houston, perdido y solitario en un mundo frío e inhumano. Es la relación personal con Dios mediada por las representaciones, imágenes y experiencias de la infancia y de la vida: papá o mamá que me transmiten mi imagen de Dios, y el cosmos imponente del que formo parte.Y es también la interpelación de Dios a Job en la tormenta: “¿Quién es éste que empaña mi consejo con palabras sin sentido? Si eres valiente, prepárate. Yo te preguntaré y tú me responderás: ¿Dónde estabas tú cuando cimenté la tierra? Habla, si es que sabes tanto” (Job 38, 1-3). Éste es el epígrafe con que inicia la película, para reconocernos con toda nuestra pequeñez y nuestra grandeza en medio de un universo que nos sobrecoge y nos rebasa, y de un Dios Creador que nos interpela pero no nos abandona.
¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Por dónde andar?… “Hay dos caminos para andar en la vida –dirá la señora O’Brien- : el camino de la naturaleza y el camino de la gracia”. “En el primero, el camino de la naturaleza, sólo buscas complacerte a ti mismo y que los demás te complazcan, y pierdes el ser feliz aun cuando el mundo brilla alrededor de ti. En el camino de la gracia, no buscas complacerte a ti mismo, y aceptas incluso ser olvidado, echado a un lado, menospreciado y humillado. Cada quien ha de elegir cuál camino quiere seguir. Pero nos enseñaron que quien ama el camino de la gracia, no llegará a un mal final”. “La única manera de ser feliz es amar; si no amas, tu vida pasa como un destello”.
Pero el camino de la gracia, del amor, no es fácil: hay que aprenderlo, transitarlo, perderlo, equivocarse, buscarlo, reandarlo, y volver siempre a aquellas experiencias donde se nos regaló la vida, la confianza, la ternura, el cuidado, el perdón…Quizás entonces, en ese camino espiritual, a través de tantas experiencias, podamos exclamar como Job: “Yo te conocía sólo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos” (Job 42, 5).
Luis García Orso, SJ
Comentario a la película: Submarino

SUBMARINO
La mano de un bebé se aferra fuertemente al dedo de alguien. El vínculo de amor con el niño pequeño puede ser la única fuente de esperanza ante el peso de la culpa y de la muerte. Es la primera imagen de Submarino, la última película de Thomas Vinterberg (Dinamarca, 1969), uno de los creadores de la controvertida propuesta de cine Dogma 95, director de Festen: La celebración (1998), y reconocido ahora con Submarino como mejor película del cine nórdico en 2010.
Nick y su hermano son dos adultos jóvenes que viven distanciados y hundidos en el fondo de un océano sin luz, como no queriendo recordar el trágico accidente de su hermanito pequeño, uno veinte años atrás. Nick va arrastrando su existencia entre cervezas, soledad, encuentros sexuales ocasionales, malhumor, peleas. El sentimiento de culpabilidad que le acompaña desde su adolescencia es el que le obliga a alejarse de las personas, a portarse mal con ellas para evitar todo vínculo emocional, para no hacerles daño, para no hacerse más daño él mismo. El reencuentro con su hermano menor le da una pequeña esperanza: volver a ser inseparables, volver a construir algo juntos. Pero esta esperanza se pierde cuando, tras varios intentos, no consigue hablar con él. La herida en la mano que se hace al golpearla contra la cabina del teléfono, y que no consigue ni quiere que cicatrice, es un claro símbolo de la carga de culpa que no se perdona, del sufrimiento permanente que le hiere pero que no quiere abandonar.
Su hermano –sin nombre- es un padre soltero amoroso que atiende a su pequeño hijo de seis años y, al mismo tiempo, consume y vende heroína. Una vida que se va hundiendo cada vez más, como un submarino a la deriva. Dos hombres tristes en medio de una realidad danesa igualmente triste, gris, deprimente; dos hombres hundidos, atormentados, oprimidos por el pasado, que buscan redención y esperanza y no saben cómo alcanzarla.
El director abandona el rodaje cámara al hombro para centrar sus secuencias en encuadres estáticos que endurecen lo que se nos está mostrando y nos obligan a concentrarnos en las imágenes sin perder detalle. Imágenes que nos dicen que sus vidas no son importantes. Por eso en muchos encuadres ellos se nos presentan en una esquina, dando más peso a la vida que les rodea, a paisajes de ciudades que parecen abandonadas. En contraposición, en momentos puntuales del filme, se nos sorprende con primeros planos de los protagonistas mirando a la cámara, como si nos dijeran: “Mírame, dime algo. ¿Me merezco esto?”
Nick pasa casi toda la película con una mano herida y vendada, como efecto de los golpes que se dio enojado. Casi al final, ante el riesgo de gangrena, la mano de Nick será amputada, como un signo de redención de su soledad y de su rabia. Como un signo de ser redimido de su culpa y de que puede ahora ser responsable de una vida.
El final de la historia es un servicio litúrgico en una capilla intensamente iluminada y clara, que nos relaciona con la otra única secuencia de luz en toda la película: al principio, en el bautismo de un bebé por los dos hermanos adolescentes, en una capilla improvisada entre blancas sábanas. El signo sacramental de que somos hijos en el Hijo, de que toda paternidad viene de Dios Padre, y que siempre seguimos siendo hijos pese a toda adversidad y mal, ilumina de sentido nuestra pobre realidad humana y nos redime.
Luis García Orso
México, 2011